Economía

Puleva cierra la planta de Alcalá tras casi medio siglo de existencia

  • La multinacional Lactalis ofrecerá a los 70 empleados el traslado a la fábrica de Granada. El comité apunta al excedente de producción y la dirección, a una operación estratégica.

Apenas han trascurrido una quincena de días de 2014 -el año que varios expertos han bautizado como el de la recuperación económica- cuando la industria sevillana ha recibido un duro golpe. La planta de Puleva que lleva casi medio siglo funcionando en Alcalá de Guadaíra cerrará sus puertas en breve. Así lo comunicó este jueves al comité de empresa la dirección de la multinacional Lactalis, que compró la división láctea a Ebro Puleva en 2010 por 630 millones de euros. La firma francesa iniciará ahora las conversaciones con los 70 trabajadores que componen la plantilla para ofrecerles el traslado a la fábrica de Granada (donde se encuentra la central) y a otras sedes de la compañía. 

La noticia del cierre ha supuesto una sopresa nada grata para trabajadores, empresarios y partidos políticos de Alcalá. Nadie se esperaba que Lactalis fuera a prescindir de esta fábrica que se puso en funcionamiento en 1968. Según pudo conocer Diario de Sevilla, la dirección de esta enseña mantuvo una reunión el pasado miércoles con la delegada de Empleo de la Junta, Aurora Cosano, y representantes del comité de empresa. En dicho encuentro, los responsables de Lactalis anunciaron la intención de cerrar la planta "por motivos de producción" y se comprometieron a mantener "el máximo número de puestos de trabajo", para lo que ofrecerán traslados a la factoría de Granada y a otras fábricas del grupo. 

La propia compañía aseguraba este jueves, mediante un comunicado, que va a iniciar las negociaciones con los 70 empleados actuales de la planta alcalareña. Incluso, va más allá y garantiza el mantenimiento de "todos los compromisos" con los ganaderos que hasta el momento eran proveedores de leche en dicha fábrica, que ahora será procesada en Granada. En declaraciones a este periódico, fuentes de Lactalis han señalado que la decisión de trasladar la producción no obedece a los resultados económicos, sino a causas "productivas y organizativas". Se trata, en suma, de "optimizar" la capacidad productiva de la compañía en Andalucía "para seguir siendo competitivos". 

La planta sevillana, en este sentido, está dedicada a la fabricación de leche UHT entera, desnatada y semidesnatada. Produce al año 45 millones de litros, muy por debajo de su capacidad máxima, fijada en 70 millones. A este respecto, el grupo francés aclara que tiene necesidad de aprovechar la capacidad de la fábrica granadina, "con mayor potencial de crecimiento y más de cuatro veces superior en dimensión a la de Sevilla, para recuperar así competitividad en el mercado andaluz de los lácteos". 

La pérdida de liderazgo puede estar detrás de esta maniobra que también ha supuesto una sopresa para el comité de empresa de Puleva en Granada, cuyo presidente, Manuel Garrido (CCOO), explicó este jueves a Europa Press que la dirección había expuesto en ocasiones anteriores que "le sobraban 50 millones de litros en España por la bajada de las ventas". Un excedente de produción que tendría como principal consecuencia el cierre de la planta sevillana, aunque según este representante sindical, por ahora, no supondrá despidos. 

El secretario de la sección de alimentación de UGT, Cipriano Mesa, recuerda que cuando Lactalis compró a Ebro la planta alcalareña contaba con un centenar de empleados, por lo que en poco más de un trienio se han destruido 30 puestos de trabajo, aunque hay que matizar que muchos de estos empleos eran eventuales. Tanto este sindicato como CCOO inciden en que dicho cierre agrava la delicada situación por la que atraviesa el sector industrial en la provincia, que ha sufrido un desmantelamiento con la crisis. Por tal motivo, piden una mayor implicación de las administraciones públicas que frene el éxodo de empresas. 

Los políticos también han salido a la palestra tras el anuncio. El alcalde alcalareño, Antonio Gutiérrez Limones, reclamó al Gobierno medidas que den impulso a las políticas industriales, que "son las que incentivarán el crecimiento económico del país". Gutiérrez Limones explicó que ya se ha reunido con la dirección de la empresa y que en próximas fechas mantendrá un encuentro con los representantes de los trabajadores, así como con el resto de grupos políticos, para consensuar un plan de vialibidad. 

Por su parte, la presidenta del PP alcalareño, María del Carmen Rodríguez, destacó la importancia de contar con una industria potente "netamente alcalareña" para evitar estos casos. "Cuando vemos que las empresas de fuera se marchan, perdemos muchos puestos de trabajo. Si el Ayuntamiento hubiera apostado por fortalecer las empresas locales e incentivar la creación de otras, no nos veríamos en esta situación", refirió Rodríguez. 

El presidente de la Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA), Carlos García, mostró su sorpresa por el cierre. "No había ningún síntoma externo de que Lactalis fuera a tomar esta decisión", subrayó García, quien recordó el gran perjuicio que se ocasionará en las empresas auxiliares locales. "Parecía que la situación estaba remontando, pero esto ha supuesto un jarro de agua fría", apostilló.

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