Las cajas rurales, cooperativas de crédito como Caja Rural del Sur, viven con incertidumbre la intención del Gobierno de establecer un nuevo marco normativo con el que completaría el plan de reestructuración del sector financiero español, uno de los protagonistas de la crisis económica aún vigente. Es la bancarización, la conversión de estas cooperativas en bancos, algo que ya ocurrió con las cajas de ahorro.

El proceso supondría la desaparición del sector, y con él, miles de puestos de trabajo, la atención cercana de las oficinas de las áreas rurales y además, acabaría con parte de la obra social que las cajas rurales realizan y a la que dedican buena parte de sus fondos, según se puso ayer de manifiesto en Huelva durante la presentación de la jornada Perspectivas de futuro de las cajas rurales y su continuidad en el sector agrario con arreglo al nuevo marco normativo.

El presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios, aseguró que se recoge así el "sentir" de una parte de la población "que tiene conocimiento de la problemática de las cajas rurales, entidades con muchísimos años de experiencia, que funcionan perfectamente". García Palacios admitió ayer que las rurales han tenido "algunos problemas" pero que ha sido el propio sector el que lo ha solucionado.