Las empresas industriales españolas sacan pecho para abanderar la recuperación económica. Una muestra de ello es el III Congreso Nacional de Directivos organizado en Bilbao por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y en el que más de 2.000 ejecutivos de las principales empresas españolas han debatido cómo devolver al sector secundario al primer plano de la economía española. El evento fue clausurado por el Rey Felipe VI, que hizo suyas las conclusiones del cónclave y defendió la necesidad de “una reindustrialización inteligente, eficiente, tecnológica y sensible socialmente”.

“Llevamos años los europeos perdiendo peso industrial, a pesar de que los países que tienen un sector industrial más fuerte no sólo han resistido mejor la crisis, sino que tienen un empleo de mejor calidad, hacen más I+D+i y también exportan más”, señaló Felipe VI, que destacó en su discurso su “alegría” por su primera visita al País Vasco, “cuna de algunos de los mejores industriales de la historia de España”, desde su proclamación como Rey.

Por su parte, el presidente de la APD, Rafael Miranda, incidió en que las empresas “deben pasar de las palabras a la acción” con el fin de impulsar la aportación de la industria al PIB, después de que haya perdido casi veinte puntos en los últimos 45 años, hasta el 14% actual. Miranda señaló que una de las principales lecciones es que en “un mundo volátil, las empresas que han sido capaces de superar la crisis son ahora mucho más eficientes”.  Miranda aludió al ejemplo del sector automovilístico español, que ha sabido posicionarse como uno de los más competitivos del mundo. “La clave no es reducir salarios, sino introducir medidas de flexibilidad, como hemos podido ver en el congreso”, afirmó el presidente de la APD, que alertó contra el error de “volcarnos en lo digital y olvidarnos de la industria tradicional”.

El desafío que supone la revolución de la digitalización centró buena parte de las ponencias de la jornada. La presidenta de Siemens España, Rosa García, recordó que las empresas industriales tienen que abordar con urgencia “el problema de la obsolescencia tecnológica”. Para ello, es fundamental el gasto en I+D, precisamente el punto débil del sector español. “La media europea de I+D en Europa es el doble que en España”, sostuvo. Por su parte, la presidenta de HP España, Marta Martínez, puso el acento en los cambios derivados de la transformación tecnológica a través de “los datos, el cloud computing y las tecnologías móviles”. “En los últimos años, el factor tecnológico ha pasado de ser el sexto en importancia al primero en las grandes empresas”, agregó.

El ex ministro Carlos Solchaga, responsable sucesivamente de las carteras de Industria y Economía entre 1982 y 1993, aportó la visión histórica desde su punto de vista como artífice de la reconversión industrial española. Solchaga defendió su necesidad por la incapacidad de las arcas públicas para seguir sosteniendo empresas inviables y el ingreso en la CEE, que obligó a poner fin al protecionismo de la industria nacional.