Javier González de Lara. Presidente de la CEA

"Va a ser un año de enorme tensión electoral y eso repercute en la economía"

  • El presidente de la patronal cumple mañana al frente de la institución un año, en el que ha realizado una amplia reforma para que ésta sea más eficiente y tenga un presupuesto equilibrado.

El 23 de enero de 2014, el malagueño Javier González de Lara se convirtió en el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) tras recibir el respaldo del 93% de los votos en una asamblea electoral. Mañana cumple su primer año al frente de la patronal regional y no se puede decir que no le haya cundido el tiempo. Ha conseguido reducir algo más de la mitad la deuda a corto plazo de la institución con los proveedores y aprobar un nuevo plan de acción que incluye, entre otras medidas, un código ético.

-Mañana hará un año que preside la CEA. ¿Cuál es su balance?

-Es un año de gratitud, en el sentido de agradecer la colaboración que he tenido de los órganos de gobierno y de tantos miles de empresarios andaluces que nos han dado su respaldo. Esta nueva CEA ha generado ilusión y ganas de transformar y cambiar cosas. Los demás serán los que tienen que realizar la evaluación. Lógicamente ha sido un año de inicio de una andadura y hay que seguir avanzando.

-En diciembre presentó esa nueva CEA, reformando los estatutos o estableciendo un código ético. ¿Qué resultado espera obtener?

-Se ha avanzado en cosas importantes. He intentado actuar en cinco grandes objetivos que nos habíamos marcado como inmediatos y prioritarios. Por un lado, intentar recuperar la reputación mediática y social de CEA que podía estar deteriorada. En segundo lugar, queríamos encauzar el problema de las viviendas de VPO y se ha hecho. Por otra parte, queríamos poner en marcha un ambicioso plan de acción de CEA, con una reforma integral de los estatutos, la aprobación de un código ético y de buen gobierno y de unas instrucciones internas de contratación. Eso era importante porque era darle un cambio no solo a la percepción sino al funcionamiento interno de la organización en base a los criterios de mayor transparencia, mayor participación, eficiencia en la gestión y poner la reputación por delante con ese código ético. En cuarto lugar, hemos firmado una compleja operación financiera hipotecaria y, por último, hemos tenido la perseverancia en el control exhaustivo del plan de viabilidad de la organización. Por tanto, además del día a día y de estar atento a los problemas de los empresarios andaluces ha habido que poner todo este paquete de medidas en marcha.

-Comentaron en diciembre que iban a hipotecar la sede de la CEA por ocho millones de euros para hacer frente a la deuda de doce millones que tienen con proveedores. ¿Está culminado el proceso?

-La operación está cerrada y firmada por 6,75 millones de euros. Se ha firmado con Popular, Unicaja y BBVA.

-¿Qué plan hay para abonar los 5,25 millones que restan?

-Seguir trabajando. Existen en el mercado fórmulas comerciales de todo tipo. La cuestión es hacer frente a los débitos y creo que en un año hemos hecho bastante.

-¿Qué previsiones económicas tiene para la institución este año?

-Intentaremos que la organización vaya teniendo mayor solvencia a través del plan de viabilidad. Me encontré desgraciadamente con una administración con enormes problemas económicos y estamos trabajando para que haya un equilibrio presupuestario. Aún es pronto porque no se han aprobado todavía los presupuestos, será a finales de marzo o primeros de abril, y en ese momento se verá. Serán cuentas un poco más favorables dentro de las dificultades que seguimos atravesando, como tantísimas empresas andaluzas.

-¿Prevé algún ERE para recortar costes y equilibrar presupuesto?

-Además de hacer recortes queremos aumentar los ingresos. Estamos buscando la manera, pero no se contemplan despidos ni por supuesto ERE. De momento no es necesario. Hay que ir paso a paso.

-¿Confía en que haya un repunte de afiliados ahora que hay perspectivas de mejora económica?

-Hemos conseguido incrementar la afiliación un 2%, la recaudación y la fidelidad. Muchas empresas y organizaciones siguen confiando en nosotros y en un nuevo modelo de gestión. Hemos incorporado organizaciones interesantes, aunque la representatividad de CEA ya era buena. Lo que ocurre es que había que regularizar muchas situaciones, de atrasos de cobros, de pagos. Todo esto es una maquinaria que había que ir normalizando.

-Ha habido controversia porque no hay ningún andaluz entre las vicepresidencias de la CEOE. ¿Por qué ha pasado esto?

-Habría que preguntárselo al presidente de la CEOE [Juan Rosell]. Tendrá sus razones. Andalucía tampoco le ha exigido ningún tipo de cargo. Rosell va a contar con la colaboración absoluta de CEA y de su presidente. CEA ha tenido en todo este proceso electoral un comportamiento tremendamente neutral. Se ha dado libertad de voto como consecuencia de que ha habido antecedentes que no han sido favorables para Andalucía. En los dos anteriores procesos Andalucía fue la contrincante, tanto con Díaz Ferrán como con Rosell.

-¿Ha perjudicado eso a la CEA?

-No lo tomo como un perjuicio. Las vicepresidencias las tiene que ocupar alguien y han pasado de siete a cuatro. Con Díaz Ferrán hubo 11 vicepresidencias y era muy fácil ser vicepresidente. Ahora se ha reducido a un número mucho más sensato y hay menos oportunidades. Quizás Rosell ha premiado a los que han estado más próximos a él. Pues hay que respetarlo y no hay más. Andalucía tiene su importancia y su peso como tercera economía española y al presidente de la CEOE le consta y lo sabe.

-Estamos en año electoral. Se suelen aumentar las inversiones públicas pero se paralizan las Administraciones.

-Esa es la preocupación que tiene el mundo empresarial. El año electoral puede paralizar cuestiones. Las elecciones municipales generan cierta parálisis en la Administración local y ya veremos si los rumores de elecciones anticipadas en Andalucía se confirman. Nosotros queremos estabilidad y seguridad jurídica para que las inversiones y las iniciativas empresariales no queden paralizadas. Todos los procesos electorales paralizan al sistema y eso siempre es un perjuicio. Ojalá se sepa si va a haber o no elecciones anticipadas en Andalucía.

-Luego vendrán las nacionales.

-Dicen que se podrían retrasar a enero de 2016 por el tema catalán. En cualquier caso va a ser un año de enorme tensión electoral y eso tiene su repercusión en la economía. Lo que hay que intentar es que el concepto España como país transmita confianza y rompa esa incertidumbre que desgraciadamente seguimos trasladando. No solo por la marcha de la economía, que va mejorando paulatinamente, sino también por otros movimientos políticos o sociales que puedan ir surgiendo y que generan preocupación en el resto de Europa. Todos estos procesos electorales hay que gestionarlos bien para que sean participativos democráticamente, que sean llevados con la máxima naturalidad y que no perjudiquen la actividad económica y el empleo.

-¿Será el 2015 el año de la renovación de la concertación social?

-Nosotros siempre hemos apostado por el diálogo social. Abandono el término concertación porque es poco afortunado o tiene demasiadas connotaciones negativas. Apuesto por el diálogo social en mayúsculas, como es la reciente renovación del sistema de resolución de conflictos laborales que hemos hecho los empresarios, las centrales sindicales y la Junta. Tenemos que intentar tender puentes para que haya relaciones laborales estables, pero no vamos a firmar un acuerdo por firmarlo. Intentaremos ver cuál es el marco de negociación que va a existir, el horizonte político-institucional y en base a ello procederemos.

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