Economía

El Banco de España prevé que la economía crezca el 2,8% en 2015

  • El organismo afirma que el PIB habría avanzado el 0,8% en el primer trimestre del año por las mejores condiciones de financiación, la depreciación del tipo de cambio del euro y la caída del precio del petróleo.

El Banco de España afirma que la economía española podría crecer el 2,8% en 2015 impulsada por la mejoría del consumo y del gasto interno, y prevé que para 2016 el avance del PIB se sitúe en el 2,7%.

Según el último boletín del Banco de España, la economía habría avanzado el 0,8% en el primer trimestre del año en tasa intertrimestral, por lo que se habría acelerado la actividad respecto al último trimestre del año pasado. El organismo supervisor añade que las mejores condiciones de financiación tras la puesta en marcha del programa de activos del Banco Central Europeo (BCE), la depreciación del tipo de cambio del euro y la caída del precio del petróleo, son factores que han incidido en la mejoría del avance económico. Así, la revisión de incremento del PIB del 2,8% para este año supone ocho décimas más respecto a la proyección publicada en el último informe trimestral y se explica también por el comportamiento favorable del PIB a cierre de 2014, cuando creció el 1,4% en tasa interanual.

Para 2016, el Banco de España espera una continuación de la fase expansiva con un avance del PIB del 2,7%, una décima inferior a la de 2015, ya que apunta a una "cierta atenuación" de algunos de los impulsos presentes en la actualidad.

El incremento de la economía en el primer trimestre del año del 0,8% supone una décima más del alza que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en sus últimos datos de Contabilidad Nacional correspondiente al cuarto trimestre del año pasado. Además, el INE publicará el próximo 30 de abril el avance del crecimiento de la economía española del primer trimestre de 2015.

El Banco de España incide en la "fortaleza" de la demanda interna privada y en la "intensificación" del ajuste del consumo público, y prevé que la demanda nacional contribuya el 3% al PIB este año. También incide en que se ha producido una contribución positiva de la demanda exterior neta al crecimiento económico. Asimismo, subraya que el empleo habría mantenido su elevado dinamismo en los primeros meses del año y en tasa intertrimestral, podría haber crecido a un ritmo el 0,7%. De esta forma, el organismo supervisor prevé que el consumo privado crezca el 3,3% este año y el 2,4% el que viene, mientras que el consumo público caería el 0,4% en 2015 y el 0,1% en 2016. La inversión se aceleraría a una tasa del 5,9% este año y del 6,7% el que viene, mientras que las exportaciones aumentarían el 5,2% y el 5,8%, respectivamente, y las importaciones, el 6,2% y el 6,3%.

Según informa en este boletín económico con la información disponible, la situación patrimonial de los hogares habría mejorado y la actividad empresarial estaría manteniendo durante el primer trimestre del año la pauta con la que finalizó 2014. Los indicadores industriales y de servicios también habrían mantenido su tono positivo y la recuperación del sector de la construcción iniciada en el segundo trimestre del año pasado "se habría prolongado al inicio de 2015". "La inversión empresarial estaría creciendo a un ritmo ligeramente superior al mostrado en el tramo final del pasado año", revela el Banco de España. Por otra parte, destaca la mejoría de las condiciones financieras y el impacto "limitado" que de momento están teniendo las negociaciones de Grecia con la Unión Europea para prorrogar el programa de asistencia financiera al gobierno heleno.

La inflación bajará un 0,2 % en el promedio de 2015

El Boletín del organismo también prevé que la inflación, en términos de precios al consumo, descienda el 0,2% en el promedio de 2015 y registre un ascenso algo superior al 1% en 2016. Se espera que los precios de consumo experimenten un modesto repunte en línea con el escenario de crecimiento sostenido del gasto de los hogares. El Banco de España también señala que los riesgos están "más equilibrados" respecto al análisis hecho en diciembre, "si bien la incertidumbre sigue siendo igualmente elevada". El Boletín subraya que, en el corto plazo, el precio del petróleo sigue siendo la principal fuente de volatilidad, sin que sea posible, en estos momentos, atisbar la dirección en la que esta puede materializarse. También señala que un factor "relevante" de incertidumbre en relación con la evolución previsible de la inflación a medio plazo es la falta de concreción del nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Por otro lado, se prevé que el déficit de las administraciones públicas se haya situado a cierre de 2014 en el 5,5 % del PIB y cumpla así el objetivo marcado por el Gobierno. La entidad supervisora estima que el déficit público para 2015 sería del 4,5% del PIB, tres décimas más de la previsión oficial del Ejecutivo, y que para 2016 se reduzca hasta el 3,9% del PIB. El Banco de España estima una corrección del déficit de las Administraciones Públicas, aunque para este año, añade que la desviación de la reducción del déficit con respecto al objetivo del 4,2% es "algo menos dinámica" por la evolución de los ingresos, mientras que para 2016 señala que hay una falta de concreción de los planes presupuestarios para dicho año. "El cumplimiento de los objetivos fiscales es necesario para quebrar la trayectoria ascendente de la ratio de deuda pública", subraya.

Según asevera, aunque el grado de vulnerabilidad de la economía española ante perturbaciones externas se ha atenuado a lo largo de los dos últimos años, el escenario de consolidación de la recuperación que dibujan estas proyecciones "no está exento de incertidumbre". Asimismo, recuerda que en las estimaciones sobre los objetivos de déficit público se han incluido las medidas fiscales ya aprobadas y las que incluyen el Plan Presupuestario de 2015 y del Programa de Estabilidad 2014-2015. En concreto, dice que por el lado de los gastos se ha tenido en cuenta la aplicación del factor de revalorización de las pensiones, del 0,25%, la congelación de los salarios públicos y la devolución de una cuarta parte de la paga extra de diciembre de 2012 a los empleados públicos.

En el caso de los ingresos, se han incluido los efectos derivados de las reformas del IRPF y del impuesto sobre sociedades, que suponen una reducción de losñingresos públicos del 0,4% y 0,5% del PIB, respectivamente, en 2015 y 2016, y las rebajas de las cotizaciones sociales a la contratación indefinida aprobadas a lo largo del último año.

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