EL Periscopio

León Lasa

Pensiones (once again)

Si desean ahorrar, adelante, pero miren bien de qué manera: los planes de pensiones rinden tres veces menos que la Bolsa y los bonos.

SI existe un asunto tan sensible -casi- como el desempleo de aquéllos que quieren y pueden trabajar -una verdadera tragedia que pasa prácticamente inadvertida para quienes no la soportamos- es la posibilidad de que las prestaciones de los que ya trabajaron en su día o están trabajando desaparezcan tal y como las conocemos, o mengüen tan sustancialmente que apenas den para un café. No pasa un mes sin que una noticia alarmante se filtre entre tantos titulares de prensa perecederos y nos advierta sobre el futuro -ya inminente- de eso que pomposamente se ha dado en llamar Sistema Público de Pensiones. Esta semana el titular casi apocalíptico -respaldado por una organización prestigiosa como Funcas- era que las pensiones del futuro cercano, tras las reformas introducidas a la chita callando (las protestas han sido mínimas porque el daño es diferido), se verán reducidas en aproximadamente un 35%. Como escribe Ignacio Zubiri y algunos se han cansado de repetir, las llamadas reformas del sistema no son sino descensos generalizados para todos y poco más. Se podría haber sido más imaginativo. En cualquier caso, si tenemos en cuenta que cuando Bismarck introdujo las primeras pensiones a finales del siglo XIX, la edad de retiro superaba en cinco años la de la esperanza de vida, debemos dar gracias a nuestros próceres de que no nos jubilen -de momento- a los 87 años más o menos.

El canguelo -interesado o no; más bien lo primero- se ha extendido de manera acelerada entre aquéllos que todavía no han llegado a puerto y los baby-boomers ya sabemos que no vamos a gozar de esas pensiones de privilegio que algunos elegidos disfrutan hoy. A partir de aquí la toma de decisiones y el sometimiento al bombardeo constante de lo que algunos llaman El Sistema. "Asegúrese la vejez"; "Ahorre hoy para reír mañana"; "Póngase en manos expertas: las nuestras"; nos sermonean mientras una pareja de sesentones en buena forma y con todos los piños blancos como la nata pasea por la playa en un atardecer idílico mirándose con arrobo. Pues bien, si desean ahorrar, adelante.

Pero miren bien de qué manera canalizan esos ahorros, porque también ha sido noticia esta semana que los planes de pensiones -el último instrumento de moda para sacarnos los cuartos y no verlos en un buen tiempo- rinden tres veces menos que la Bolsa y los bonos. El estudio del IESE indica que la práctica totalidad de los planes fue incapaz de batir la inflación promedio de los últimos 15 años -2,54% anual- ya que apenas alcanzaron un 1,58% de rendimiento al año, y que "no son en absoluto merecedores de las comisiones de gestión que se pagan a las entidades financieras" y que rondan el 2% al año. Cui Bono? ¿Quién gana con el boom de los planes de pensiones? White and in bottle. Ahorren si pueden, sí; pero gestionen ustedes sus ahorros. P.S.: "La televisión me ayuda a ser cada día más culto: cuando alguien la enciende, me voy a la habitación de al lado a leer un libro". Groucho Marx hace casi cincuenta años. Visionario.

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