Economía

Telefónica reduce el dividendo de 2016 y 2017 para aminorar su deuda

  • La 'teleco' gana hasta septiembre 2.225 millones de euros, condicionada por las divisas

Telefónica ha recortado el dividendo en 2016 y 2017 en el marco de una estrategia para reducir su abultada deuda, de casi 50.000 millones de euros, de forma orgánica, sin tener que depender más de "factores externos" ni "apresurarse" en llevar a cabo una transacción.

Así lo afirmó el presidente de la multinacional, José María Álvarez-Pallete, en una conferencia con analistas tras la presentación de los resultados de la compañía entre enero y septiembre, cuando tuvo un beneficio neto de 2.225 millones de euros, un 22 % menos que hace un año por el impacto de las divisas.

Ese recorte se produjo pese a la significativa mejora registrada en el tercer trimestre del año, del 38,5 %. Entre enero y septiembre, la compañía impulsó su generación de caja, que se eleva el 92 %, hasta los 2.315 millones de euros, con una tendencia creciente que permitirá superar los 4.000 millones a cierre del año, según explicó en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además, en el tercer trimestre la deuda se recortó en 2.584 millones hasta situarse en 49.984 millones, lo que ha supuesto "una muy fuerte reducción", en palabras del director financiero de la operadora, Ángel Vilà.

Es este el contexto en el que la compañía anunció el recorte del dividendo por el cual pagará 0,55 euros por acción este año y 0,40 el próximo, frente a los 0,75 euros previstos, una revisión ligada a un giro en la búsqueda de medidas para desapalancarse.

El mensaje lanzado por los ejecutvios es que la puerta a adoptar medidas inorgánicas, "todas las que se puedan pensar", sigue abierta, pero Telefónica no quiere depender de ellas ni apresurarse en adoptarlas.

"Las opciones para crear más valor para el accionista es adaptar nuestra política de dividendo para garantizar que no dependen de factores o procesos externos para reducir deuda", ha resumido Álvarez-Pallete.

"No queremos entretenernos en discusiones sobre medidas potenciales, simplemente las ejecutaremos cuando tenga sentido estratégico y creen valor", ha afirmado, por su parte, Vilà.

Esta decisión llega después de que Telefónica diera marcha atrás en la salida a bolsa de su filial de Infraestructuras, Telxius, una de las alternativas que manejaba para reducir su abultada deuda tras la frustrada venta de su filial británica O2.

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