Leticia Ruiz

"La grecomanía que nos invade este año ha sido una gran sorpresa"

  • Es una de las principales expertas en la obra de El Greco de este país, lo que la ha llevado a ser la comisaria de la exposición 'El Greco: arte y oficio'.

Leticia Ruiz (Santander, 1961) es también jefa del Departamento de Pintura Española de Renacimiento en el Museo del Prado y es una de las principales expertas en la obra de El Greco que hay en este país. Eso le ha llevado a ser la comisaria de la última de las tres grandes exposiciones que se han realizado con motivo del 400 aniversario de la muerte de este pintor, en este caso El Greco: arte y oficio que se encuentra en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Ha trabajado para Patrimonio Nacional, tiene muchas publicaciones y actualmente está considerada como una de las mejores conservadoras del país.

-¿Por qué El Greco influyó tanto en los pintores del siglo XX?

-Eso se puede ver ahora muy bien en una exposición que tenemos en el Museo del Prado llamada El Greco y la pintura moderna, que ha juntado 25 obras maravillosas del cretense y otro buen número de artistas de la modernidad: Picasso, Pollock, etcétera, en un festín visual que tenemos hasta octubre. Precisamente los pintores desde mediados del siglo XIX, con los románticos franceses, y luego los del entorno de 1900 son los que redescubren El Greco a ojos de todos los demás, especialistas en arte también, y además son los que beben de las ideas que toman en muchos casos de El Greco para hacer sus obras, como los surrealistas y los expresionistas. Eso es lo que hace de El Greco un pintor excepcional.

-Viendo la exposición El Greco: arte y oficio, de la que usted es comisaria, y su título podemos ver que en este pintor había mucho talento, pero también mucho método.

-Claro pero eso lo tienen todos los grandes artistas y de ahí el título de la exposición, que yo lo tomo de una frase de don Luis de Castilla cuando dice que "tenemos noticias de que El Greco es un pintor de mucho arte y oficio". Ésas son las dos patas de la gran creación artística de El Greco, arte como una especulación intelectual, unas ideas, y el oficio para la capacidad de llevarlas a cabo. Eso es lo que contamos en esta exposición.

-Usted es una de las grandes especialistas de El Greco. ¿Qué ha podido descubrir en este pintor gracias a la celebración del 400 aniversario de la muerte de su muerte?

-Lo que he tratado de visualizar es el grado de trabajo del pintor y el modus operandi con el taller. Trabajaba con plantillas para hacer las réplicas, que es algo que se puede ver en el audiovisual, y se fija quiénes son las personalidades que en sus distintas épocas de la producción le están ayudando a hacer el trabajo.

-¿El Greco tuvo una gran visión comercial?

-Sin duda, fue un pintor que toda vez que no pudo vincularse a la gran obra escorialense y a Felipe II como gran mecenas del arte en la Península, trató de adaptarse a todos los públicos y a todos los bolsillos en un ámbito muy importante y muy rico artísticamente, pero muy local como es Toledo. Eso no es nada nuevo sino que lo hace por ejemplo Luis de Morales en la generación anterior y lo hacen los grandes maestros. Por ello, El Greco, al no ser un pintor vinculado a un gran mecenas, tuvo que adaptarse a la religiosidad y a los gustos artísticos del Toledo de la época.

-Pero lo que pudo ser un hándicap al final se convirtió en una suerte.

-A él le hubiera gustado mucho vincularse al rey pero hubiera sido un artista menos libre, no sería El Greco que todos conocemos.

-¿Le ha sorprendido el seguimiento masivo que ha habido en torno a El Greco como son las exposiciones y todos los actos que se han organizado?

-Sí y no. No en el sentido de que es uno de los grandes pintores pero es verdad que esta grecomanía que nos invade a todos ha sido una sorpresa y espero que se mantenga en mi exposición.

-¿Qué es lo que debe quedar después de esta efeméride?

-Mi exposición más que un punto de cierre es de partida porque es una reflexión sobre esos modos de trabajar y sobre las distintas personalidades que trabajan con él. Sugiero cosas y al mismo tiempo se visualiza algo y que yo voy a culminar en 2016 que es la publicación del catálogo razonado de El Greco que empezó un ilustre andaluz que trabajó en El Prado hasta su prematura muerte, José Álvarez Lopera, un gran especialista en El Greco cuya muerte inesperada hizo que ese catálogo se quedara a medias y yo he tenido el honor y la responsabilidad de concluirlo.

-¿Este tipo de acontecimientos permite el acercamiento a la cultura y al arte de muchas personas que no están demasiado interesados en ellos?

-Sin duda y esta exposición se ha pensado en términos muy pedagógicos. Yo creo que se pueden acercar al Greco más real, en un lugar donde conviven obras maestras y con una adaptación a todos los públicos. Está pensada para que un universo complejo de un gran maestro se pueda comprender muy bien.

-¿También ha servido este año para romper mitos como el famoso astigmatismo de El Greco que se decía que era la causa del alargamiento de las figuras de sus cuadros?

-Es un pintor tan original y tan especial que ahora lo vemos de otra manera porque estamos muy educados ante la mirada de toda la pintura moderna. Si somos capaces de mirar a Pollock, podemos entender a El Greco de otra manera. Durante todo el siglo XX, que es el descubrimiento y el estudio de su obra, se decía que eso no podía ser y que tenía un problema en el ojo, que tomaba opiaceos o que se trastornó. Ahora nadie diría que Picasso se trastornó por tener todos esos períodos creativos y eso ya lo comprendemos y las lecturas son más ponderadas.

-Vaya manera de retratar a parte de la sociedad española con una pintura como El caballero de la mano en el pecho. Todo lo que nos decían de la altanería española de esa época puede verlo en este cuadro.

-Es muy curioso porque los retratos fueron los que se colgaron primero en el Museo del Prado desde su apertura y en el primer siglo de vida del museo lo que teníamos eran muchos visitantes extranjeros. En El caballero de la mano en el pecho o en los otros retratos de caballeros quisieron ver el alma de Castilla y por extensión de España. Por supuesto hay que matizarlo porque no todos los caballeros eran hidalgos, ni altivos, pero es verdad que han servido para dibujar a propios y extraños la mentalidad del español.

-¿Qué es lo que le atrajo del cuadro La visión de San Francisco, que se encuentra en la capilla del Carmen del Obispado de Cádiz, para que llamara inmediatamente al presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, para decirle que ese cuadro tenía que estar obligatoriamente en esta exposición?

-Ése es un cuadrazo. Es una obra maestra del catálogo de El Greco pero se ha visto en muy pocas ocasiones: La verdad es que creo que es bueno, por supuesto, para la exposición, para El Greco pero también para Cádiz porque hay mucha gente que se ha sorprendido y ha preguntado si esta obra estaba en Cádiz. Pues sí, desde principios del siglo XVIII y por tanto le damos visibilidad y esperamos que cuando regrese a Cádiz sea un orgullo y una obra aún más conocida por los gaditanos.

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