Pilar Mateo. Investigadora y empresaria

"La ciencia siempre ha estado pensada para los ricos"

  • Asegura que "emprender no es tener una idea, sino asumir un riesgo" y cree que "ahora hay que arriesgar". "El dinero no puede ser nunca el propósito, sino el camino para hacer otras cosas", expresa.

Otra forma de tratar la pobreza y las plagas. Defensora de "poner el conocimiento en acción" hacia los demás, la valenciana Pilar Mateo es uno de los grandes talentos españoles en estos momentos, tal como le han reconocido en numerosos organismos. Su último galardón ha sido en los Premios Optimistas Comprometidos, organizados por la revista Anoche tuve un sueño. En El Chaco boliviano, "más deprimido que muchos lugares de África" se le moría la gente en sus brazos. Con su sistema de pintura por microencapsulación ha abierto un camino para tratar de otra manera los parásitos que matan a millones de personas en los países pobres.

-Su repercusión a nivel mundial ha sido el tratamiento de pinturas que impide la proliferación de parásitos en el interior de los hogares del Tercer Mundo. Inventos que no salen del relámpago de un impulso, sino de años de labor. ..

-Siempre estoy trabajando, emprendiendo. Estoy haciendo microencapsulación de otros productos como el que impulsé en Bolivia. La fábrica que he puesto en marcha en Ghana tiene 12.000 metros cuadrados y estamos en Nigeria, en Congo, en Bangla Desh. Tengo un  proyecto con la OMS contra la leishmaniosis.

-Habla de fábricas en esos países ¿es rentable crear riqueza (que no explotación) en el Tercer Mundo?

-Les explico:  la fábrica  de productos microencapsulados ha supuesto cien puestos de trabajo cualificados en Ghana.  Y a su vez eso ha supuesto que en España hayamos creado un centro de investigación y he multiplicado por cuatro mi plantilla aquí. Hay quienes van a vender en África. Yo prefiero crear empleo y generar riqueza allí.

-¿Y lo de diversificar el negocio?

-También he creado una productora de cine en la que voy a dar trabajo a paisanos míos que despidieron de Canal 9.  En Nigeria con los programas divulgativos es la forma  más directa de llegar a los ciudadanos en temas de higiene.

-¿Cómo surgió en concreto lo del remedio contra el mal de chagas a través de las pinturas?

-Eso me supuso quince años viviendo en la selva guaraní de Bolivia. Nadie se imagina una mujer inventora ¿verdad?... pocos podrían decir el nombre de ocho mujeres científicas actuales. El mal de chagas y tantos otros azotes en Bolivia o en tantos países son enfermedades de la pobreza y por eso son enfermedades que hemos erradicado aquí. En aquellos países hay gente que me ha amenazado, que me ha querido expulsar. Entre España y el Tercer Mundo estamos educando, generando empleo. Estamos haciendo las cosas de otra manera. En la selva me di cuenta de que el dinero no puede ser nunca el propósito por sí mismo, sino que es el camino para hacer muchas otras cosas.

-¿Y qué otras cosas se pueden hacer con el dinero que gana?

-He creado un línea cosmética y de productos de higiene Mujer a Mujer by Pilar Mateo, artículos destinados a microempresarias mayores de 45 años, a mujeres de exclusión laboral. No hay trabajo para ellas. Son  productos de alta tecnología para personas que  tienen así una oportunidad. Es un proyecto social. Trabajamos en una patente como un tratamiento de microencapsulación de aceite de té que provoca la  muerte mecánica de piojos, con jabón de aceite de oliva. Tenemos a la vista artículos de cosmética masculina, complementos alimenticios, aparatos de cosmetología...

-¿Qué es la microencapsulación?

-Es un proceso que permite menos contaminación con los tratamientos, y con el mismo efecto. La envoltura de las microcápsulas puede ir en aceite, pintura, que son  la forma  de aplicar el tratamiento.  Pero en el caso de Bolivia, antes de aplicar la pintura contra el mal de chagas había que emprender mejores casas, a construir paredes que resguarden contra los parásitos...

-Una operación integral para erradicar enfermedades...

-Porque la ciencia hasta ahora ha estado pensada  sólo para los ricos. La malaria se erradicó en España en 1964, hace 50 años, cuando este país empezó a despegar. Que no digan que no sabemos cómo erradicar las enfermedades en el Tercer Mundo, sino que hay que  buscar soluciones e invertir.

-En esos países se muere  por causas bien distintas a las nuestras...

-Es por pobreza, por falta de higiene. De malaria ya sólo se mueren los pobres, los que no tienen acceso a las medicinas. O los que mueren por mal de chagas es por mala alimentación. Los problemas se agravan porque además se ha hecho un mal uso de los insecticidas. La mayor parte de los bichos se han hecho resistentes a los insecticidas. Por eso no hay que buscar una solución química convencional. Es importante que la tecnología  se aplique de todas las maneras posibles. Antes las enfermedades llegaban despacio, en barcos, ahora se transmiten con más rapidez. O se ve el mundo en global, o los problemas terminan llegando a casa, como el picudo rojo, el mosquito tigre.

-¿La ciencia tiene que ser, entonces, más justa?

-La ciencia tiene que estar al lado del que sufre porque sólo piensa en el mundo desarrollado. Tenemos que entrar en acción, pero no invadiendo países, sino desarrollándolos y creyendo en ellos. Llevar la ciencia y el conocimiento donde no los hay. Emprender no es tener una idea, sino asumir un riesgo. Lo hemos tenido todo tan  fácil hasta ahora que hay que arriesgar, y es un mensaje que daría a nuestros hijos.

-¿Habría que resignarse a emigrar, por ejemplo?

-Si nuestros jóvenes emigran no son unos pobrecitos. Debemos estar formándonos continuamente porque  vamos a vivir más de  90 años. Pues entonces hay que aprender, emigrar, trabajar, compartir nuestros conocimientos en otros países...

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