Zoé Valdés. Escritora

"La nacionalidad española me hizo de nuevo persona"

  • Se dio a conocer en Occidente con 'La nada cotidiana'. Ahora publica 'La Habana, mon amour'.

-Nació un 2 de mayo. La fecha asociada con Daoíz y Velarde, dos de los héroes favoritos de Fidel...

-En este caso soy yo la resistente.

-¿Les fastidió que aprovechara unas jornadas sobre José Martí para no volver a Cuba?

-Yo no lo decidí. Salí con un permiso de trabajo de tres meses y en ese momento salió en Francia La nada cotidiana. Me empezaron a hacer entrevistas y un emisario de la Embajada cubana en París me dijo que no podía viajar a Cuba y que si seguía hablando nunca volvería. Poco antes se había producido la crisis de los balseros de 1994.

-¿A ese no volver responde su última obra, La Habana, mon amour?

-Es un homenaje a Hiroshima, mon amour, la película de Alain Resnais. Es un libro más de memorias que de nostalgia. La nostalgia puede ser muy negativa, de hecho lo es. Un recuerdo de los primeros libros, los primeros amores. 

-Como escritora cubana, ¿Dulce María Loynaz, premio Cervantes en 1992, es su espejo?

-Fuimos muy amigas. Tengo cartas de ella muy bellas y libros dedicados como Juegos del agua. Pero la primera fue la condesa de Merlín, autora de un Viaje a La Habana.

-¿Qué debe a Lezama Lima?

-Su casa en Trocadero, 162 era un santuario para todos nosotros. La única de La Habana con columnas salomónicas. Quiso irse, pero no lo dejaron, según contó su hermana Eloísa.

-¿Se encontró en España con los partidarios de Fidel?

-En algunos sitios me lanzaron piedras y palos. Hay una izquierda española que parece olvidar que Cuba es un país con un veinte por ciento de su población en el exilio.

-¿Qué foto legitima más al régimen cubano, la de Obama o la del papa Francisco con Raúl Castro?

-Las dos son un inmenso regalo a la dictadura cubana, porque sigue habiendo disidentes en prisión y la represión continúa.

-¿Qué recuerdos tiene del festival de cine de Cannes como jurado?

-La posibilidad de coincidir con un gran humanista como Martin Scorsese, que presidía el jurado. Con actrices como Sigourney Weaver o Wynona Ryder. Con el cineasta chino Chen Kaige, director de Adiós a mi concubina.

-Dicen que Fidel fue de joven crítico de cine...

-¿Y qué no ha sido Fidel Castro? Trabajó de figurante en dos películas de Esther Williams, una de ellas Escuela de sirenas.

-¿Qué le parece el auge de Podemos?

-Me dan mucho miedo este tipo de personajes populistas. Al mismo tiempo, el pueblo votó. Después no se arrepientan; después no lloren que se perdió el tete, el biberón en Cuba.

-Javier Bardem estuvo a punto de conseguir el Oscar por su interpretación de Reynaldo Arenas...

-Conocí a Reynaldo en 1979. Al año siguiente salió por el puerto de Mariel entre los ciento y pico mil cubanos que se fueron a Estados Unidos en la mayor crisis del exilio. Es una pena, porque Bardem es un gran actor. No creo que sea castrista. Es más bien comunista.

-¿Qué diferencia hay?

-El castrismo es fascismo y comunismo al mismo tiempo. Un sancocho, que decimos los cubanos. 

-Usted también eligió París, como Cortázar...

-Lo conocí en La Habana. Tengo un ejemplar de Salvo el crepúsculo dedicado. En esa época empezaba a tener sus dudas con la revolución cubana, aunque en petit comitè. Estaba más ligado con Nicaragua en esa época. 

-¿Qué falta para que vuelva a Cuba?

-Pluripartidismo, libertad y democracia.

-¿Qué dejó cuando salió de Cuba, como dice la canción?

-A mi madre, que conseguí sacarla seis años después y murió en París en el exilio. Mi padre vivía en Estados Unidos, Nueva Jersey, desde 1980. Dejé mis amigos, mi casa, mis libros, que es lo que más sentí perder. El barrio y los amigos los rehíce en París.

-¿Era pariente de Bebo Valdés?

-Ojalá. Era genial.

-Formó pareja artística con El Cigala, que renunció a la nacionalidad española...

-Pues a mí tener la nacionalidad española me hizo de nuevo persona. Mi padre es de origen canario. Por parte de mi madre, vengo de un abuelo chino y una abuela irlandesa.

-¿Algún mal pensado relacionó la fecha de su nacionalidad, 1996, con la llegada de Aznar a La Moncloa? 

-Quien hizo todos los trámites fue José Manuel Lara padre, el presidente del grupo Planeta. Fue como un padre para mí. Hizo todos los trámites, y eso que yo con ellos sólo había publicado un libro, Te di la vida entera.

-¿Mantiene contactos con los escritores españoles?

-Muchos, aunque vivo en París. Soy muy amiga de Fernando Savater, le tengo mucho cariño a Javier Marías, Arturo Pérez-Reverte, Juan Cobos Wilkins.

-¿París no se acaba nunca como dice Vila-Matas?

-Es verdad. París es interminable, infinito. 

-¿Ha vuelto al cine?

-Hago un papel de actriz en un cortometraje de mi hija Luna, que salió conmigo de La Habana cuando tenía un año y un mes y estudia Literatura y Cine en la Sorbona.

-¿Sigue a los cantantes de la nova trova cubana?

-Me aburren mucho. Dicen que hacen canción-protesta y no protestan contra nada. Contra el castrismo, para empezar.

-Un militar de una novela de Balzac llevaba París en los bolsillos. ¿Hace usted eso con La Habana?

-Yo me fui de La Habana, pero La Habana no se fue de mí.

-¿Conoce la letra de Carlos Cano y Antonio Burgos sobre Cádiz y La Habana?

-¡Claro! Pero La Habana tiene también mucho salero, pero negritos no vi muchos en Cádiz.

-¿Sorprende que el blanco Castro hiciera las paces con el negro Obama?

-Obama no se da cuenta de que en la disidencia cubana hay mucho negro de izquierdas.

-Que no todos son Mas Canosa...

-Exactamente, pero Mas Canosa fue un gran hombre que ha hecho mucho por la libertad de Cuba.

-¿Qué queda de soviético en Cuba?

-Los que vuelven haciendo turismo, con mucho dinero. Raúl Castro tiene una relación muy especial con Putin, eso es una rémora del sovietismo.

-¿Próximo proyecto?

-La salvaje inocencia, novela erótica sobre el descubrimiento de la sexualidad en La Habana de los 70.

-¿Quién es más lector, Fidel o Raúl Castro?

-Fidel lee más. En algún momento ha dicho que soñaba con ser Gabriel García Márquez.

-Lo tenía a su lado...

-Era su perrito faldero.

-¿Y el turismo?

-Una espada de Damocles.

-¿Un rincón andaluz?

-El camino al Rocío que hice con mi amigo el pintor cubano Jorge Camacho.

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