LOLE MONTOYA. CANTAORA

"Nunca me he prostituido de ninguna manera"

  • Lole en sus inicios bailaba, hasta que un día decidió abrir la boca. En el sevillano barrio del Tardón fue donde se fraguó su historia con Manuel .

¿Cree que estos nuevos aires de cambio social e, incluso, político están huérfanos de una banda sonora que los acompañe?

Me gusta la palabra que has utilizado, huérfano. Yo utilizo mucho la palabra orfandad para contar eso, que todo está cambiando, todo está muy revolucionado y el orden en la tierra es muy importante y, políticamente hablando, creo que existe también ese sentimiento en el ciudadano, de orfandad porque la autoridad está puesta ahí para organizar, para arreglar, cosas... Pero a lo que me preguntas,  es verdad que ahora se hace música de todo tipo, cada uno hace lo que quiere, pero sí que falta a lo mejor un nuevo despertar también en la música, ¿no? 

¿Un Nuevo día?

 

Fue importante, ¿verdad? También era un momento social y político importante, un despertar, como digo, y ese disco pues abrió camino a lo que vino después. La gente piensa que el principio de todo, del nuevo flamenco, fue Camarón y yo recuerdo que lo primero que hicieron Camarón y Paco fue flamenco tradicional. La leyenda del tiempo, un disco grandísimo, vino después. Antes ya estaba Nuevo día, y grupos como Alameda, Guadalquivir, luego estuvo también Entresuelos... Yo te digo la verdad, la nueva introducción de aquello fueron Lole y Manuel.

 

¿Y cómo empieza? Quiero decir, hay mucho escrito sobre ello pero, ¿cuál es el momento justo en que empieza la idea de Nuevo día? Si es que hubo uno...

 

Sí. Y es uno de esos recuerdos que no te puede quitar nadie, que no te pueden borrar, aunque quieran... Manuel me llamó por el balcón, "baja, que te quiero enseñar una canción". Y recuerdo sus ojos, esos ojos que son los de mi hija Alba, que se parece tanto a su padre... Esos ojos grandes, profundos... Y bajé, "Señor de los espacios infinitos/ tú que tienes la paz entre las manos...", me cantó Todo es de color. Eso, no lo va a borrar nadie,  lo que fue Lole y Manuel, ni sentimental ni artísticamente lo pueden borrar. Ahora, claro, cada uno decide guardar sus cosas en el corazón.

 

Supongo que son muchas cosas, se conocían de toda la vida, ¿no?

 

Claro, vivíamos cerca el uno del otro de niños. Luego, ya él de adolescente, yo lo veía pasar con sus amigos y me asomaba al portal, "mira, mira por ahí van los Smash..." (ríe) Él también sabía que yo ya bailaba en escenarios, que hacía mis cosillas y, bueno, conocía a mi padre, se paraba en mi ventana a charlar con mi madre, le gustaba tocar la guitarra a mi madre mucho y también venía en Navidad, Manuel decía en su casa, "oye que me voy a casa de los gitanos", y un familiar suyo me dijo una vez recordando aquello, "vamos, como si nosotros no lo fuéramos". Ya de más hombrecito me venía a buscar a la academia... En fin, muchas cosas. 

 

¿Ha dejado un hueco difícil de llenar?

 

Es que no ha dejado un vacío porque está ahí, en sus canciones, cuando mi hija y yo lo recordamos... A quien no se olvida no se va nunca y eso está demostrado artística y sentimentalmente por mi parte. Pero, como le he dicho ya a varias personas, yo he vendido discos toda la vida, ahora no me voy a dedicar a vender al muerto. 

 

¿Se considera una mujer espiritual?

 

Siempre, desde joven me ha gustado sentarme bajo los árboles, contemplar las estrellas... Siempre había una búsqueda en mí, pero eso es complicado de explicar porque la gente lo confunde con la religión y a mí no me interesa la religión para nada, a mí me interesa la relación que tenemos con el mundo y con los que nos rodean y lo que nos rodea.

 

Dicen que lo complicado del éxito no es conseguirlo, es mantenerlo. ¿Hay un secreto?

 

La persona tiene que tener identidad, lo de artístico es una añadidura. Porque lo importante es mantenerte en lo que tú crees y no entrar donde las corrientes te quieren llevar. Yo te puedo decir que nunca me he prostituido de ninguna manera. He hecho las canciones que hemos querido, por ejemplo, con las casas discográficas y todo, siempre hemos cantado lo que hemos querido. También, siempre me he cuidado mucho, no he necesitado beber para subirme a un escenario, no he tenido costumbre nunca. Siempre mis ensayos, ir a ver mis trajes, subirme al escenario, cantar... y listo. Así empecé con Manuel y así sigo. En los comienzos nuestros, había mucha gente que se fijaba en nosotros a ver lo que hacíamos porque nos anunciábamos como "Lole y Manuel, en concierto", y de un título así no había costumbre y tampoco había costumbre de mirar como nosotros mirábamos que estuviera bien el sonido, íbamos mucho antes a afinar, a probar... Es que nos gustaba tanto hacer eso, es que así era nuestra vida juntos... 

 

Y guardar un tiempo para cada cosa, algo esencial.

 

Pues sí, pero cada vez se respetan menos esos tiempos. Ya no hay sobremesas, ni hay mucha conversación incluso en una reunión con amigos, siempre todo el mundo con el móvil... Yo cuando estoy en una actuación noto que la gente necesita evadirse, que también es un espacio, que necesitan relajarse.

 

¿Tiene un nuevo trabajo en ciernes?

 

Pues sí, sólo quedan un par de canciones por terminar. Saldrá prontito.

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