España

El sosiego se impone en el PSOE pese a la división interna

El Gaona es el famoso bar de carteles verdes que está frente a la sede del PSOE y a media mañana de ayer una camarera se apañaba sola con los pedidos de los clientes. Es una de las diferencias ambientales del mismo tramo de la calle Ferraz que 22 días antes vivió el estallido de su Comité Federal más tenso.

Con la lluvia vinieron las demás diferencias, la más ostensible la escasa afluencia de militantes y simpatizantes contrarios a la abstención. Durante toda la mañana apenas sobrepasaron la treintena, y en muchos momentos se les notaba apagados por aguaceros que calaban los huesos. Pero las lloviznas ocasionales, y quizá la floja convocatoria de la protesta, no pudieron atenuar los gritos de los contados ciudadanos que han liderado con sus gritos ese malestar.

El Comité Federal que virado a la abstención en la investidura de Mariano Rajoy volvió a reflejar la división interna del partido, aunque, al menos, los socialistas fueron capaces de debatir de forma sosegada, no como hace 20 días.

Aquel comité que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez y la formación de una gestora no se pareció en casi nada al de ayer. Aunque las posiciones seguían encontradas, y mucho. Quedó claro desde el inicio de esta reunión cuando, a propuesta de la gestora, se conformó una nueva Mesa del Comité Federal que presidió José Blanco y para la que no ha habido acuerdo previo.

Los sanchistas se quejaron, y tampoco les gustó que Blanco impusiera intervenciones cortas, y eso que hubo más partidarios del no que de la abstención entre los que hablaron. Incluso algunos, como José Antonio Pérez Tapias, lamentaban "modos autoritarios".

Pero la polémica se agotó ahí. Nada que ver, entonces, con aquella interminable discusión previa que hubo el 1 de octubre sobre quién era la autoridad del comité, quién lo presidía, quién decidía de qué se hablaba y quién daba la palabra a quién. Y no digamos ya sobre el tono encendido y las malas formas con las que los socialistas debatieron aquel día.

Un aciago Comité Federal de hace tres semanas acabó pasada la medianoche, tras 14 horas de tensiones, reproches y la dimisión del secretario general. El de ayer acabó antes de las 15:30, menos de seis horas después de haber empezado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios