España

Mucha demagogia y no menos retahíla

ENJUNDIA, mucha enjundia tuvo ayer la sesión de control al Gobierno. De entrada, el portavoz de ERC, Joan Ridao, le planteó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, qué hay de lo nuestro con el aplazamiento de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa a propósito de la visita de Benedicto XVI a España. El leonés, que cada día tiene las espaldas más anchas y la memoria más frágil, tiró de manual: "Esta reforma es conveniente, pero no urgente". Y lo explicó: "Exige -por regular un derecho fundamental- el mayor consenso político y social necesario". Así las cosas, el líder socialista lo dejó meridianamente claro: "Cuando ese consenso político y social entienda que se puede producir, fundamentalmente en esta Cámara, actuaremos en coherencia con el planteamiento de la necesidad de la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa".

Ridao no desaprovechó el ejercicio de moderación de Rodríguez Zapatero, y tiró con bala en la réplica: "Resulta paradójico, por no decir irónico, que al mismo tiempo que usted renuncia a su agenda laicista para no pasar por anticlerical, quedándose sin política propia en materia de libertad religiosa…, venga el Papa hace unos días, y desde las alturas, le haga a usted casi responsable de un laicismo agresivo, trasnochado, que evoca casi la quema de iglesias de los años treinta".

En un ejercicio de la mejor diplomacia vaticana, el líder socialista se aferró al artículo 16 de la Constitución, y defendió que la España democrática reconoce "la realidad de las creencias mayoritarias de los ciudadanos". "Ahí estamos y ahí estaremos, y nunca haremos caso a las posturas de un lado o de otro que realmente no contribuyen a fundamentar los buenos materiales, los buenos principios de una democracia avanzada a favor de la igualdad de todos los ciudadanos", sentenció.

Tras esta andanada de Ridao, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, golpeó sobre lo mismo de las últimas semanas: la congelación de las pensiones y el supuesto veto de una iniciativa para tumbarla. Aunque resultó tan reiterativo como poco original, provocó que Rodríguez Zapatero saliera del letargo de los últimos miércoles parlamentarios. Con la aportación de los nuevos guionistas, el leonés acusó a Rajoy de "mala memoria" o de intentar "hacer trampas" con un asunto que se votó en un decreto-ley aprobado por el Congreso. Y, de inmediato, puso el retrovisor: "En seis años de gobierno del PSOE hemos subido las pensiones ocho veces más que las que subieron en los ocho años de gobierno del PP". Y sentenció, tras destacar el poco compromiso de los populares con el espíritu reformista de los socialistas: "Eso de ejercer responsabilidad, aunque a usted le sirva, en fin, como casi siempre hace, para intentar hacer demagogia, demagogia y demagogia con las pensiones".

Tirando del manual Arriola de cómo ganar las elecciones sin despeinarse, el líder de la oposición acusó a Rodríguez Zapatero del empobrecimiento de España, de haber protagonizado el mayor recorte social, de haber liquidado el Pacto de Toledo y de no cumplir las resoluciones del Congreso, que "diez veces le dijo que no podía congelar las pensiones".

Utilizando a Felipe González y a José María Aznar como referentes, Rajoy atribuyó a Rodríguez Zapatero el récord de vetos parlamentarios -79 para más señas-. Y tiró millas: "Tiene usted el récord de paro, el récord de recortes sociales, el récord de déficit…". "Esto es, que se ha quedado usted sin proyecto y sin argumentos", explicó Rajoy.

El presidente del Gobierno replicó por segunda vez con una retahíla: "En seis años de Gobierno socialista se han incrementado los derechos sociales; se han mejorado las pensiones, las becas, la Sanidad y la Educación, y se ha creado la Ley de Dependencia".

"Usted no va a poder ocultar todo eso y tampoco va a poder ocultar su manifiesta incoherencia, una incoherencia insostenible. Mientras que usted está diciendo que hay que reformar la Constitución para poner límites a gobiernos autonómicos elegidos democráticamente a la hora de establecer sus presupuestos y obligar a que no pueden tener déficit, usted defiende que en esta Cámara no se puede ejercer el derecho de veto que tiene el Gobierno para incrementar los déficits", concluyó.

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