El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que los socialistas no pactaron con Batasuna el acto que se celebró en el velódromo de Anoeta el 14 de noviembre de 2004, en contra de lo afirmado horas antes por el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi en el juicio que le llevó ayer de nuevo al banquillo por enaltecimiento del terrorismo.

En un almuerzo coloquio de la Asociación de Periodistas Europeos, Rubalcaba reconoció que "hay un derecho a la defensa, pero hay cosas que no se pueden decir ni siquiera bajo ese derecho". "Hicimos lo que teníamos que hacer y no salió bien", señaló el vicepresidente antes de precisar: "Con la misma firmeza que en su momento defendimos que había una vía para llegar al final de la violencia a través del diálogo, hemos mantenido una política antiterrorista que nos ha llevado hasta aquí".

El portavoz del Gobierno afirmó además que no tiene ningún miedo de que el proceso a Otegi se convierta en un juicio paralelo a las conversaciones entre los socialistas y Batasuna y la tregua posterior.

Otegi compartió banquillo con los dirigentes abertzales Joseba Permach y Joseba Álvarez. Los tres son juzgados desde ayer en la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo y los tres se desvincularon de la organización del acto de Batasuna en el velódromo donostiarra hace seis años.

A pesar de que los tres ofrecieron unas semanas antes una rueda de prensa para presentar el mitin -que se desarrolló bajo el lema Orain Herria, Orain Bakea (Ahora el pueblo, ahora la paz)-, los procesados aseguraron ayer que desconocen quién montó el escenario o quién eligió los vídeos que se mostraron durante el mismo.

En su declaración ante el tribunal -en la que sólo contestaron a las preguntas de sus defensas-, coincidieron además en que la celebración del acto era conocida por otras fuerzas políticas -entre las que citaron expresamente al PSOE- e insistieron en que su objetivo era presentar "una propuesta de paz" y en ningún caso ensalzar a ETA.

Otegi explicó que el acto tuvo lugar "en un contexto de relaciones plurales y multilaterales" con todos los agentes políticos del País Vasco, "incluido el Partido Socialista", y contestó con un sí cuando su abogada le preguntó si el PSOE estaba al corriente de su celebración.

Aunque el presidente del tribunal, Fernando García Nicolás, intentó que los acusados se ciñeran a lo ocurrido en Anoeta, Otegi logró colar un mini alegato exculpatorio. "Ligándolo a la situación actual y a la actualidad, quisiera poner en claro que no planteamos que haya que hacer ningún tipo de concesión política a ETA", dijo.

Las acusaciones recordaron sin embargo que en ese acto se exhibió un vídeo con imágenes de etarras fallecidos, se corearon vivas a la banda y se repartieron zutabes (boletines internos de la organización terrorista) a los asistentes.

Otegi aseguró no recordar ninguno de esos detalles porque estaba "absorto" en la preparación de su intervención y porque entre sus virtudes "no está la de organizar cosas". Sin embargo, dos testigos protegidos, un par de guardias civiles presentes en el velódromo, aseguraron que era el "líder incuestionable" del mitin y "manejaba la situación, jaleado por las masas".

El juicio continuará hoy con la declaración como testigo, entre otros, del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, citado a petición de la defensa de Otegi.