EL gobierno de Andalucía acaba de aprobar la Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público andaluz. Es una iniciativa de enorme calado porque pretende blindar la sanidad pública andaluza desde la sostenibilidad de uno de los pilares del bienestar y la cohesión social que más aprecia la ciudadanía. Muchos de los planteamientos novedosos que contiene esta Ley van a generar un debate positivo en el conjunto del sistema sanitario español y por lo tanto, Andalucía va a ser pionera en el impulso de medidas de modernización y avance de la sanidad pública española.

Uno de esos planteamientos que va a ser de enorme calado es el que se refiere a la propuesta de que se defina por Ley la cantidad mínima de recursos para hacer frente al funcionamiento del sistema sanitario.

Así, la futura Ley establece que el Presupuesto de la Junta garantizará la financiación suficiente para el sistema sanitario público, estableciendo un mínimo que no sobrepasará la comunidad: el 6,5% del PIB se destinará a salud.

De esta manera, además de apostar de manera firme por la sostenibilidad de la sanidad pública, se ofrece al conjunto de agentes que operan en el sistema un horizonte que puede hacer predecible el futuro y con ello, que puede hacer predecible inversiones o proyectos. El sector empresarial ligado al sistema de salud encontrará así un elemento de certidumbre que es beneficioso para todos.

Otro planteamiento relevante y de enorme importancia se refiere a la apuesta por la investigación ya que la Ley establece la necesidad de seguir realizando un esfuerzo inversor en I+D+i, sin perder de vista que esta inversión supone un retorno de conocimientos y riqueza. La inversión en investigación nos hace más productivos y genera riqueza, no sólo económica sino en términos de salud.

De esta manera, se apoyará a los grupos de excelencia investigadora y se impulsará a otros emergentes, protegiendo el talento y conocimiento generado en Andalucía, una verdadera fuente de riqueza. La apuesta por un Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud contendrá las líneas prioritarias en el campo de la investigación sanitaria.

De hecho, la Ley establece que se invertirá en la investigación y la innovación hasta situar la investigación sanitaria andaluza en una posición de liderazgo. Esta es una cuestión bien importante dado que la sanidad es un sector con capacidad de generar valor económico a la sociedad y en especial, si se potencia la investigación que genere valor para la salud y valor para la economía andaluza y nacional por la generación de patentes.

Este aspecto junto al planteamiento de recuperar para nuestro sistema los investigadores que con motivo de la crisis han tenido que marcharse en estos años anteriores, concede a la Ley un carácter de enorme trascendencia social y política.

Bienvenida esta norma que tras el debate parlamentario y su seguro enriquecimiento, podrá ofrecer garantías de calidad para todos los ciudadanos de Andalucía. Estaremos atentos a un debate que va a trascender al conjunto del país y del que seguro que podrá beneficiarse toda la sanidad española aprovechando la experiencia y la inteligencia de la que podemos hacer gala en Andalucía.