Dr. Bartolomé Beltrán

Calvicies de ellos y ellas

UNA de las enfermedades más frecuentes en el ámbito de la Dermatología es la alopecia. Afecta al 60% de los hombres y al 40% de las mujeres mayores de cuarenta años. Existen más de cien tipos distintos. Según la doctora Aurora Guerra, jefa del Servicio de Dermatología del 12 de Octubre y presidenta de la Asociación Española de Mujeres Dermatólogas (DAME), en el 95% de los casos nos encontramos ante una alopecia androgenética. En el hombre, el pelo se pierde inicialmente en las entradas y en la coronilla. Después, la alopecia va avanzando hasta que sólo queda pelo en la zona occipital o de la nuca. En la mujer existen tres formas de calvicie común, pero en todas ellas se mantiene, al menos en parte, el cabello limitante con la frente.

Diferenciamos entre el patrón masculino o de Hamilton, una alopecia de reducción difusa de la densidad capilar llamada patrón femenino o de Ludwig, y por último el patrón en "árbol de navidad" o de Olsen, una forma muy concreta en la que se pierde pelo en la línea media de la zona superior de la cabeza.

La doctora Guerra detalla que de cada cien mujeres con esta patología, ochenta presentan alopecia androgenética. "Diez podrían tener lo que llamamos un efluvio telógeno, es decir, una caída transitoria del cabello debida a un estrés psíquico, a una carencia alimenticia o a los efectos de la quimioterapia en el caso del cáncer. Y solo queda un 10% de casos o menos que tendrían otro tipo de alopecias como las cicatriciales", señala. De las cicatriciales, la más frecuente en la actualidad es la alopecia frontal fibrosante, una variación que habitualmente sufren mujeres en la menopausia, quienes notan un retroceso del pelo, que pueden y suelen disimular con flequillos, pero que tiene una evolución negativa.

Un aspecto preocupante es la relación entre alopecia androgenética en los varones y su relación con el riesgo de infarto. Hay suficientes estudios que confirman la relación de la alopecia androgenética masculina con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. En los varones con calvicie común es más frecuente la arteriosclerosis de la arteria carótida y el síndrome metabólico. Ambos parámetros determinan en parte el riesgo de infarto de miocardio. Cada uno de los datos obtenidos mediante la inspección y la palpación del pelo sugiere posibles enfermedades. Las cansas muy precoces pueden ser signo de alteración del tiroides, vitíligo, anemia perniciosa o síndrome de envejecimiento prematuro.

La falta de brillo acompaña a la celiaquía sin tratamiento o la mala absorción intestinal adquirida por cirugías previas. Menor densidad puede ser signo de hipotricosis congénita, así como del síndrome del anágeno suelto.

Por suerte, la innovación ha hecho posible que actualmente los especialistas dispongan de técnicas que ofrecen total seguridad y resultados óptimos, entre ellas, el trasplante capilar, como la ofrecida por el Sistema Artas de la empresa tecnológica innovadora IMEX. Es lo que hay. Seguro.

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