Controlar la iluminación de tu casa o de tu oficina a golpe de tweet no es ciencia ficción. Ahorrar, por ejemplo, un 50% de la factura eléctrica de un municipio, tampoco. Y hacerlo desde Granada -para ser exactos, desde El Cobertizo de la Carretera de La Zubia-, al margen de las grandes ciudades, no es un ninguna locura. Cilab, el laboratorio de I+D+i creado por el matrimonio formado por la arquitecto Carol Burton y el ingeniero José Luis Carmona, no sólo es capaz de eso. También, y esto son sólo algunas de las aplicaciones de la tecnología desarrollada por la empresa granadina, se puede controlar de forma inteligente el sistema de riego, gestionar el sistema de transporte o monitorizar a las personas mayores usuarias de servicios de teleasistencia.

En realidad, los usos de la plataforma GAM (Green Assets Management, o Gestión de Activos Ambientales) desarrollada por el equipo de Cilab tiene "usos ilimitados". Todo aquello que se pueda medir -humedad, luz natural, tránsito de viandantes, tiempo de recorrido del transporte urbano...- se puede monitorizar y puede servir de base para una toma de decisiones más eficiente y con menos impacto medioambiental. "La filosofía de la plataforma GAM es medir para preservar. La plataforma toma mediciones (a través de dispositivos que se conectan entre sí y a la red y que pueden estar colocados, por ejemplo, en las farolas de un municipio) y, a partir de ahí, toma sus propias decisiones", explica Carol Burton, que apunta que hasta la fecha la aplicación más desarrollada es la del ahorro energético en las luminarias. De hecho, hasta el momento, la empresa granadina, que se fundó a principios de 2010, ha firmado convenios con cuatro municipios para empezar a aplicar su sistema, aunque está en conversaciones con otros ocho ayuntamientos, principalmente de Cataluña, Canarias, Granada y Córdoba. Claro que una vez que se instalen los dispositivos y se cree la red, Cilab puede desarrollar para el municipio sus ilimitadas aplicaciones.

La idea es avanzar hacia las Smartcities, ciudades inteligentes y conectadas que gestionan de manera más eficaz sus recursos y reducen su huella en el medio ambiente, unos logros nada desdeñables en un país con "una dependencia energética brutal" y en un escenario en el que los recursos habituales han comenzado a escasear, explica José Luis Carmona. "La economía mundial nos sugiere que vamos a vivir un poco peor. Si gestionamos de modo eficiente las cosas imprescindibles, como la luz o el agua, tendremos que renunciar a menos cosas que son más prescindibles".

Cilab, que ayer celebró de forma oficial su primer año de existencia, tiene en su currículum algunos puntos especialmente destacables. Es la única compañía de habla hispana que forma parte de la alianza IPSO (Protocol for Smart Objects ), que promueve la conexión a través de la red de los dispositivos y de la que forman parte gigantes como Google, HP o Ericsson; ha lanzado el concurso internacional Sustainable Technology Contest para extender la idea de que la mejora del medio ambiente está al alcance de la mano; está desarrollando un proyecto en centros escolares para introducir mejoras en la gestión de sus recursos; y en breve iniciará un proyecto en Sudamérica para aplicar su tecnología en una gran urbanización.