Granada

Canguros a los 60: los superabuelos

  • Llevar a los nietos al cole, ir al mercado para hacerles la comida o ver películas con ellos, forma parte de su día a día

Está claro que no aparentan la edad que tienen. Paco Talavera tiene 91 años y sigue activo como si fuera un chaval. "La mente y el cuerpo siempre hay que tenerlos funcionando" advierte. Cuenta que los años no le pesan porque le aportan experiencia y le hacen "ver la vida con otros ojos". Ahora que los nietos "ya están criados"dedica su tiempo a otras actividades que le hacen sentirse en plena forma.

Paco pertenece a la llamada generación de los superabuelos que han hecho las funciones de padres cuando sus hijos "más los necesitaban". "He llevado a mis nietos al colegio e incluso me he mudado a otros lugares para poder ayudar a mis hijos cuando estaban empezando a trabajar" advierte. Ha vivido en Quesada, en Cortijos Nuevos e incluso en Jerez, porque "la inestabilidad laboral hacía que le destinaran a otros lugares de Andalucía y no tenían a nadie que cuidara de los más pequeños mientras ellos trabajaban", comenta. Para sus nietos, Paco es un abuelo diez, no sólo por haberlos llevado al parque y haberles dado de comer cuando aún eran unos críos, sino porque a día de hoy, todavía sigue "dándoles algunos caprichos cuando va a la compra" afirma. En una sociedad contemporánea en la que el rol de la mujer como madre "protectora y educadora de los hijos" se está perdiendo debido a su incorporación al mercado laboral, los hijos son tarea de todos. Y por supuesto, los abuelos, saben dar la talla. "A veces también he cuidado hasta de las mascotas de mis hijos cuando ellos no podían estar en casa", relata. Para él, la vida es corta y afirma que "va a morir con las botas puestas haciendo sus tareas".

Es un abuelo moderno que ayuda en las tareas del hogar. Además de cocinar y limpiar, hace la compra porque su mujer "está pachucha de las piernas, aunque me acompaña de vez en cuando", afirma. Pero no sólo las labores de la casa son parte de su jornada diaria, sino que además, saca tiempo para "agradar a sus nietos" haciendo lo que mejor se le da, las manualidades."Hace unos años le hice una casita de muñecas a mi nieta Ángela para que jugara y ahora he restaurado un caballo de cuando mi hijo era pequeño para que mis nietos lo tengan de recuerdo" comenta.

Pero él no es el único que sabe el papel tan relevante que juegan los abuelos en la sociedad actual. Josefa Pérez Molina también se ha subido al carro de esta nueva generación que se viene gestando desde hace años. Ella tiene 78 y aún le quedan muchas "aventuras que vivir"cuenta."He pasado tanto tiempo con mis nietos que parece que los he parido yo. Para algunos "soy su segunda madre"advierte Josefa. Y razón no le falta."Los he llevado al colegio, los he bañado y les he dado de comer" y a día de hoy, algunos de ellos todavía van a comer a su casa, lo que ella denomina "la pensión Pepita". "He criado al menos a tres de ellos y a los demás los he cuidado cuando sus padres no podían. Mis hijos están tan agradecidos que este año me han llevado a Venecia, que era mi sueño", añade. Pero Pepita, como abuela moderna, también va al cine, le gusta leer "para ilustrarse", está escribiendo sus memorias y es una gran aficionada a la radio de madrugada. "Me encanta el programa de la Noche de los Sabios"dice. Y es que está claro que estos abuelos están adaptados a la sociedad actual. Por eso, hoy, coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana, abuelos del niño Jesús, la iglesia ha decidido dedicarles un día: el día de los Abuelos. Felicidades.

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