Granada

La capital quiere penalizar a los colegios que matriculen a niños que no son del entorno

  • Propone medidas de discriminación positiva para descongestionar el tráfico · Los movimientos escolares representan el 40% de la carga de las zonas conflictivas

La Concejalía de Movilidad advirtió ayer que el principio de proximidad con el domicilio y con el centro de trabajo como prioridad a la hora de asignar los colegios falla. Así, explica los problemas de tráfico que se generan a diario cuando los padres llevan a sus hijos a las aulas, especialmente las situadas en el centro de la ciudad. El Ayuntamiento dice que hay que apostar por los colegios de barrio y propone como medidas declarar zonas saturadas o suprimir ayudas o incentivos a los centros que agrupen un excesivo número de alumnos fuera de su entorno inmediato.

La concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, aclaró ayer -durante la presentación del dispositivo especial que ya se ha puesto en marcha para el curso- que estos planteamientos son para llevarlos a cabo a largo plazo, con el consenso de las administraciones y encuentra el Plan de Movilidad Sostenible como el mejor foro para analizarlo. "Es de sentido común. Hay casos en los que ni se reside ni se trabaja cerca del colegio. Es simplemente porque se prefiere ese centro. Si eso se multiplica, se satura el tráfico innecesariamente".

Los técnicos de Movilidad concluyen que alrededor del 40% de las cargas de tráfico en las zonas más conflictivas son generadas por el movimiento escolar y que un 30% de los desplazamientos escolares de Primaria y un 15% de Secundaria se efectúan en vehículos.

En Granada existen más de 100 centros escolares, el 40% de los cuales se sitúa en áreas centrales, "precisamente en viarios complicados para la circulación por su escasa capacidad para el tráfico".

El estudio municipal calcula que son 60.296 los estudiantes que acceden a colegios de la capital, 13.179 los que llegan en vehículos privados y 9.413 los turismos que se adentran en el centro urbano. Son números que afectan a la seguridad vial y ralentizan el transporte público por el exceso de turismos. "Es una espiral que no se acaba", apuntó ayer Ruiz.

El 73,3% accede a los colegios de Granada capital en transporte público y a pie, el 21,9% en su coche y el 4,8% restante en transporte escolar.

Son cifras con las que Movilidad se basa para plantear que hay cambiar la tendencia y recuperar el colegio de barrio. Propone que el mecanismo debería tender hacia una distribución territorial desconcentrada y descentralizada. También admite que la solución no es precisamente fácil y que requiere su tiempo.

Habló de nuevos espacios educativos y de la necesidad de incentivar con medidas de discriminación positiva para potenciar las matriculaciones en las barriadas. Introdujo la necesidad de declarar áreas saturadas y disminuir los incentivos a los centros más demandados y con más estudiantes de fuera de su perímetro. En estos puntos es necesario el acuerdo entre las administraciones, entre otros aspectos, porque la Consejería de Educación es la que tiene las competencias en la distribución escolar. "Lo ideal sería recuperar el principio de proximidad porque da calidad de vida, en lugar del centro escolar urbano", concluyó la concejal.

Dejó otras propuestas encima de la mesa, más del ámbito municipal y de un recorrido a medio y corto plazo, como el desarrollo de programas de conexión de la red de movilidad escolar con los sistemas urbanos y subordinar la circulación de automóviles a la población escolar. El criterio general sería garantizar intensidades máximas de 150 vehículos a la hora a una velocidad de 20 kilómetros por hora para una red segura. "Son medidas para una ciudad más segura y cómoda", apuntó.

El dispositivo especial de tráfico del curso escolar 2011-12 arrancó ayer. Incluye las entradas y salidas de los colegios. 64 policías locales cubrirán los 32 cruces de la ciudad más saturados. Es un plan abierto. Significa que si en un momento dado hacen falta más agentes se ampliaría la plantilla o que si se produce un embotellamiento en otro punto de los programados también se cubriría. Las cámaras de la sala central de la Policía servirán para conocer el estado de la circulación y las necesidades.

Los agentes regularán la circulación en las inmediaciones de los centros educativos, garantizarán la seguridad vial de conductores y peatones, agilizarán el tráfico, asegurarán la fluidez de la circulación, vigilarán las vías de acceso próximas a los colegios, supervisarán los estacionamientos prohibidos y vehículos en doble fila e inspeccionarán los vehículos dedicados al transporte escolar de menores.

Telesfora Ruiz informó que durante el verano se ha invertido para que los medios estén a punto para este operativo. Informó sobre el mantenimiento de semáforos, la reposición de espiras, la revisión de la acústica, la sustitución de lámparas, la puesta a punto de 27 paneles de señalización oculta de colegios, la coordinación de grupos semafóricos y los tiempos de recorrido. También se repintaron pasos de peatones en los entornos escolares y se reforzó la señalización vertical. Y precisó que al no producirse cambios sustanciales en los últimos meses en las obras del Metro no existe ningún nuevo desvío ni tampoco se han recuperado tramos ya acabados.

La concejal solicitó la colaboración de los ciudadanos y, por último, recomendó el uso del transporte público, evitar aparcar en doble fila, invadir pasos de peatones u ocupar estacionamientos reservados para autobuses, carga y descarga, minusválidos, ambulancias y taxis. También animó a usar los aparcamientos públicos cercanos a los colegios y evitar el uso del coche privado.

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