Es muy de agradecer que todavía haya quien se embarque en aventuras cuando el panorama invita a lo contrario. Si, además de ese aplauso, el empresario debe llevarse otro por trabajar bien el nuevo negocio, entonces estamos ante un auténtico descubrimiento.

Se trata de un bar de tapas, responde al nombre de Raro de Luna y está en la calle San Antonio, entre Progreso y Rosario y en el corazóndel Realejo, barrio donde para hacerse un hueco hay que dar calidad.

En ello se afana Carlos Maqueda, un granadino de 31 años que contaba con dos bazas a su favor: un local propio y ganas de demostrar sus profundos conocimientos sobre el mundo del vino, que había adquirido mientras vivía en Francia.

Por la forma en que está escrito, no son pocos los que piensan que el bar se llama en realidad Claro de Luna, pero no es así. Su nombre es Raro de Luna, como el poemario que escribió el desaparecido Javier Egea, por quien Carlos siente admiración.

El establecimiento dispone de tres espacios: por la puerta de abajo se accede al principal, con varias mesas y taburetes no muy distantes de la barra, atendida por el propio Carlos y por Julia, una simpática francesa. Más arriba, y entrando por la otra puerta, hay una sola mesa con seis taburetes que más adelante se quiere utilizar como espacio para catas. Esa salita conduce también, subiendo unas escaleras, al tercer espacio, diseñado para los que quieren estar más tranquilos.

El tapeo es sencillo, pero merecen mucho la pena el lomo en orza, la ventresca de atún con pimientos asados, el salmorejo y el jamón, tanto el ibérico como el de la Alpujarra. En cuanto a la bebida, hay más de cien referencias de denominaciones habituales y también de otras menos demandadas, como Méntrida, Toro, Alicante o Jumilla. Y hay vinos de Granada, faltaría más.

Otro aliciente es su boutique de delicatessen, costumbre francesa que Carlos importó Así que si el cliente ha quedado satisfecho con el vino que ha tomado, tiene la posibilidad de llevarse a casa alguna botellita, y de paso conservas varias para acompañar.