Después de cinco horas de reunión, la comisión técnica que estudia la viabilidad de conectar la Alhambra y la ciudad con un ascensor ha dicho "sí" pero con tantas salvedades que la viabilidad técnica se tambalea con el resto de conclusiones a las que han llegado los expertos. Porque, además, el presidente de la comisión técnica, Manuel Vizcaíno Alcalá, subrayó al salir de cita que "el pronunciamiento realizado se estaba haciendo sobre una idea y no sobre un proyecto, por lo que se carece de suficientes elementos de juicio para emitir una valoración técnica propiamente dicha".

Aún así, el presidente de la comisión consideró que este tipo de intervención no tiene que poner en peligro la declaración de la Alhambra como Patrimonio de la Humanidad, aunque para ello debería hacerse una intervención de una "finura extraordinaria" que tuviera en cuenta todos los aspectos, incluido el impacto ambiental, paisajístico y patrimonial.

Según el acta del encuentro, se deja claro que desde el punto de vista geotécnico, "cualquier formación geológica puede ser perforada" si bien se requiere de "muchísimas cautelas y, seguramente, implicaría un sobrecoste importante".

Entre los arqueólogos hubo discrepancias. De los dos presentes, una de las partes consideró que la idea en general implicaría un "gran perjuicio" y cuestiona su viabilidad de plano. La otra parte cree que la opción desde el Paseo de los Tristes, a la altura del Puente de las Chirimías, es la mejor que la segunda, a la altura del Puente de Espinosa, que presenta más complejidades. Respecto a los aspectos jurídicos, "la idea es posible pero se advierte de que conllevaría un procedimiento muy complejo".

En el acta queda reflejado que "desde el punto de vista constructivo, la obra no presentaría un mayor problema de construcción". Sin embargo también se expone que "la justificación turística de la idea no está fundamentada y que en términos turísticos y patrimoniales podría tener efectos negativos".

Llama la atención que la comisión refleje en el acta que una de las razones principales por la que nace la idea, que es el mantener a los turistas más tiempo en la ciudad, se pone en duda. Algunos de los argumentos para explicar este hecho es que en las ciudades de turismo patrimonial, este tipo de infraestructuras provocan un efecto "disuasorio". Además, podría canalizar y saturar la zona del río Darro, además de crear un efecto llamada erróneo de explotación turística.

Por si todo esto fuese poco, la última de las conclusiones de la comisión concreta que desde el punto de vista económico "no se ha demostrado la viabilidad" de la idea municipal de conectar la ciudad y el monumento con un ascensor.

El caso es que, con estas conclusiones, serán la directora del Patronato, María del Mar Villafranca, y el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, los que decidan qué se va a hacer con esta propuesta. Es decir, si se plantea un proyecto sobre el que trabajar o no.

De hecho, la comisión manifiesta "posible y necesario" estudiar alternativas que mejoren la conexión de la ciudad y el monumento y ven "conveniente" aprovechar la sinergía positiva que genera la Alhambra en beneficio de la capital, siempre con respeto a su protección monumental.

Desde que el Ayuntamiento lanzó la idea durante la campaña de las pasadas elecciones, muchos han sido los portavoces y colectivos que han mostrado su opinión. Uno de ellos fue el propio consejero de Cultura, Paulino Plata, que dejando a los técnicos trabajar apostó por analizar opciones menos agresivas para conectar ambos puntos. Algo que también apoyaron los empresarios, aunque sin posicionarse, al decir que apoyaban cualquier propuesta que beneficiase al turismo de la ciudad.