En principio, no hay marcha atrás y la Biblioteca de Las Palomas pasará a ser un centro cultural en unas semanas; No la hay, porque según el alcalde, la decisión del cambio de uso se aprobó en pleno y, además, se aprobó por mayoría y porque, precisamente, en democracia: "las decisiones se toman por la mayoría y no por el capricho de la minoría", sentenció.

Torres Hurtado se reafirmaba así en la actitud municipal del Ayuntamiento con respecto al cierre de la biblioteca y salía al paso de las críticas recibidas por miembros de la oposición sobre el pasado desalojo, diciendo que cuando se invade una instalación municipal y se impide el normal devenir de los acuerdos municipales se acude a la Policía Local para que con "amabilidad" -como se ve en las imágenes, dijo- actúe.

El primer edil ironizó con la petición de reprobación que solicitará IU en el próximo pleno y manifestó que si por eso tienen que reprobarlos, tanto a él como al concejal de Cultura, qué le vamos a hacer. El alcalde añadió que la responsabilidad de un edil es no oponerse a los acuerdos municipales y no provocar a la policía. "Nos guste o no nos guste la democracia es así, por mayoría y no por los caprichos de las minorías", recordó.

Torres Hurtado, en las pocas manifestaciones que ha hecho en relación a este tema, defendió la "importante labor" realizada por el Consistorio al "llevar la mejor biblioteca de Andalucía al Zaidín" [por la Francisco Ayala] y prestar "servicio de biblioteca a otro barrio que no la tenía". "Eso se llama solidaridad", dijo Torres Hurtado y no lo que proclaman otros.

Aún así al Ayuntamiento, las críticas y las peticiones para que se reabra la biblioteca les llueven por todos sitios. Ayer, de nuevo, los representantes sindicales que integran la Junta de Personal en el Ayuntamiento expusieron su rechazo a este cierre. La presidenta de la Junta de personal, María José Martos, aseguró que muestran su rechazo no "sólo por el fondo, sino por la forma, de cómo están desalojando y tratando a los ciudadanos".

Por su parte, Justo Fernández, de CGT, añadió que están en contra de dicho cierre porque es recortar un servicio público básico. "En Huelva hay una biblioteca por cada 18.000 habitantes y en Málaga una por cada 25.000, sin embargo, Granada va a la cola. Nos sumamos a la manifestación de la Plaza del Carmen para pedir que se reabra este servicio público", concluyó.