El 2011 se despide como un verdadero campo en barbecho que ha tenido las miras puestas en 2012. Se notó desde principio de año y, prácticamente, en todos los grupos políticos que habitan en la Plaza del Carmen. Dos aspectos fueron clave para que la vida política quedara condicionada durante los 365 días restantes: las elecciones municipales que se celebraron en mayo y la sombra alargada de la crisis económica que ha seguido y sigue haciendo estragos hoy día en las arcas municipales.

Cada uno jugó su papel como buenamente pudo. El equipo de Gobierno tenía claro cuál era su estrategia y la jugada le salió bien. Durante todo el año ha intentado capear las situaciones complicadas saliendo lo más victorioso posible, consiguiéndolo la mayoría de las veces algo destacado cuando los recursos, al menos económicos, son escasos.

Son escasos y se han notado en los pocos proyectos urbanísticos que se han puesto en marcha en la ciudad. Las arcas municipales están tiritando y con una deuda que supera los 240 millones poco o nada se podía poner en marcha. La única obra de mayor calado y no lejos de polémica (por la posterior adjudicación de las tribunas de Semana Santa a la empresa de Vicente Aguilera) fue la reforma de la calle Ganivet que supuso una inversión de 1,2 millones, pagados por Emasagra. Salvo esta remodelación, todo lo demás han sido obras menores salpicadas en los barrios.

En realidad, el PP demostró que poco necesitaban hacer porque antes de llegar a la mitad del año, el 22 de mayo, volvieron a reafirmarse como partido líder en la ciudad y poco después también en la provincia, granando la Diputación. En el Ayuntamiento se hacían fuertes manteniendo sus 16 concejales, el PSOE, 8; IU, mantenía sus 2 y en escena aparecía UPyD de la mano de Mayte Olalla. Ya en el poder, el PP comenzó a poner en práctica algunos de los proyectos estrella que presentaron en campaña como fue la idea de crear un acceso mecánico que conectara la ciudad y la Alhambra. Aunque hace relativamente poco tiempo una comisión de expertos manifestó lo complicado del proyecto, el Ayuntamiento no lo ha dado por cerrado.

En realidad, no es sólo éste el tema que el Ayuntamiento tiene en la retaguardia para el 2012. Este año puede ser un punto y a parte en muchos temas que el Consistorio tiene enquistados por haber tenido la Junta de Andalucía un signo político distinto. Asuntos como que el Banco de España deje de ser una Escuela de Fiscales para convertirse en el gran museo de la ciudad o que la Estación de Moneo proyectada para el AVE se ajuste a otros parámetros como es deseo del alcalde, al igual que las obras del Metro que, según los populares, alcanzarían la velocidad de crucero que necesitan. Los miembros del equipo de Gobierno han manifestado en varias ocasiones el deseo de que Arenas llegue al Palacio de San Telmo, algo que podría ocurrir el próximo marzo y que con el Gobierno popular en Madrid daría muchos vuelos a la capital.

Sin embargo, aunque para el PP el inicio de año y el futuro más próximo se presente color de rosa, también ha tenido sus puntos negros durante estos últimos 365 días. Sin duda, uno de los más conflictivos nació por una decisión cultural: el cierre de la biblioteca de Las Palomas del Zaidín. Probablemente, el PP nunca se pensó que esta decisión pudiese provocar todo el revuelo que levantó. El centro bibliotecario, ubicado en la parte más humilde del barrio, era para muchos vecinos y usuarios un espacio importante en su día a día que de manera repentina fue cerrado por el Consistorio. La Plataforma No al Cierre de la BIblioteca ha intentado por todos los medios que se cambiara de opinión con protestas, chocolatadas, lecturas públicas, manifiestos y solicitando en multitud de ocasiones una entrevista con el alcalde. Pero nada de esto ha tenido fruto. El equipo de Gobierno además de considerar que la plataforma está manipulada y busca otros intereses, cree que debe buscar el equilibrio cultural en los barrios y considera que con la apertura de la Biblioteca Ayala, el Zaidín está cubierto,

No ha sido el único conflicto social que ha tenido que liquidar este año. Problemas con la Policía Local y, especialmente, con los trabajadores del área de Servicios Sociales han provocado no pocas situaciones tensas con los responsables de dichas áreas, especialmente, con los antecesores en los cargos Eduardo Moral y Ana López Andújar, por cierto, dos concejales que salieron del equipo de Torres Hurtado.

Y así, con estas historias cruzadas, un presupuesto aprobado y una reorganización administrativa que elimina los cinco organismos autónomos (Gerencia de Urbanismo, Patronato Municipal de Deportes, Patronato del Falla, Huerta de San Vicente e Imfe); la vida en la Plaza del Carmen se reanudará con fuerzas renovadas. La oposición asegura que seguirá denunciando y luchando por hacer una ciudad a su imagen y semejanza, el equipo de Gobierno seguirá en su línea y mantendrá la esperanza de que 2012 pueda ser el año de la confluencia política necesaria para terminar de construir la Granada que tienen en mente desde hace ocho años.