No se acuerda de las veces que repitió octavo de EGB pero sí del dinero que consiguió organizándole a los profesores una y otra vez el viaje de fin de curso por toda Andalucía. Julián Martín tuvo olfato para los negocios desde pequeño, desde que empezó a jugar a montar su propia barra de bar con cajas de cartón. Olfato, vocación y talento. Tres cualidades que le han llevado a dirigir un emporio de negocios que, a día de hoy, es en Granada el de mayor facturación en su sector. Cien millones de euros al año, una plantilla de 900 trabajadores y 40 años de experiencia invitan a preguntarle a Julián Martín por la pócima del éxito en tiempos de lamentos económicos.

-A algunos les puede resultar hasta ofensivo hablar de los datos que maneja su grupo empresarial en estos años de crisis. ¿Cuál es la fórmula de su éxito?

-La gestión del gasto corriente. Si no sabes gestionar una empresa, al igual que una economía doméstica, tu negocio irá a pique. Una empresa tiene las mismas particularidades que una casa o un gobierno; hay unos ingresos y unos gastos y tú tienes que controlar el gasto porque el ingreso es fijo. Está claro que no puedes tener más gastos que ingresos en tu negocio.

-El restaurante Triana Abades de Sevilla se ha convertido en referente nacional e internacional donde se dan cita actores de la talla de Tom Cruise o Cameron Díaz, políticos y deportistas. ¿Cuál ha sido su línea de negocio para triunfar?

-Hemos tenido la suerte de encontrar un sitio único y especial como es la orilla del Guadalquivir y tener como escaparate la ciudad de Sevilla. Esto es parte del éxito, luego hay que saber ser único a la hora de vender tu producto. Nosotros vendemos un escaparate a Sevilla junto a una arquitectura vanguardista y, por supuesto, hay que ser bueno en lo que vendes que es nuestra gastronomía. Si todo esto lo acompañas con un buen servicio, una puesta en escena perfecta y todo lo que conlleva que el cliente salga satisfecho de allí, tenemos el éxito asegurado.

-No parece fácil ser único con la feroz competencia que hay en su sector.

-Nosotros tenemos un equipo de 32 personas vendiendo permanentemente nuestras empresas en todo tipo de mercados y yendo allí donde creemos que hay un cliente cuyas necesidades podemos satisfacer, ya sea en un catering, una boda, reuniones, congresos, una noche romántica, una comida de trabajo... Tenemos la suerte de que en España todo se celebra en torno a una mesa así que nuestro cliente es potencialmente muy grande. En nuestra empresa tenemos más comerciales que la plantilla de muchos hoteles de Granada. Siempre recuerdo la contestación de Onassis cuando le preguntaron qué haría con un millón de euros si su empresa fuera a la pique: "comprar una empresa de 100.000 euros e invertir 900.000 en publicidad".

-Pero su negocio comenzó en las carreteras con las áreas de servicio, concretamente en Loja, e hicieron cosas tan insólitas como montar una tienda Lladró en una gasolinera.

-Efectivamente, nosotros empezamos siendo pioneros ofreciendo unas instalaciones distintas en las áreas de servicio. Pensamos que era importante que las personas se sintieran en nuestros baños como en su casa y construimos en Loja baños VIP, para minusválidos, para árabes... Yo estoy convencido de que casas importantes no tienen los baños públicos de nuestras instalaciones. Montamos tiendas de productos regionales típicos alpujarreños, una de ellas era de licores y era exquisita; había gente que paraba en la gasolinera sólo para ver el valor de los licores, había botellas hace 12 o 15 años por valor de 150.000 pesetas. Luego montamos una tienda Lladró que no había en el mundo entero y todo esto acompañado de buenos desayunos y comidas.

-¿Seguirán apostando por esta línea de negocio?

-Tenemos que llenar las carreteras de España de Abades, nuestro desafío es estar presente en toda España, en la zona de la A-7, en el corredor del Mediterráneo, Castilla la Mancha y seguir la ruta de la Plata hacia Galicia y todo el centro norte de España. Estamos en conversaciones con varias empresas para abrir 50 estaciones de servicio. Ese es nuestro objetivo, contaminar las carreteras españolas de Abades. Ahora mismo tenemos diez estaciones de servicio en carretera y hablamos de quintuplicar esa línea de negocio. Abades nació con las estaciones de servicio pero ya somos más grandes en proporción al grupo con hoteles, restaurantes, concesiones en aeropuertos, en palacios de congresos...

-¿Y hay posibilidad de salir al extranjero?

-Sí, sí hay. Nosotros queremos entrar en Marruecos, de hecho tenemos un proyecto allí. Estamos dentro del grupo Ditema desde donde voy a desarrollar mi negocio de hostelería. Marruecos es un gran vecino a la vuelta de la esquina, situado a menos de una hora de camino y con unas proyecciones de crecimiento tremendas. Hemos hecho incursiones en Polonia, Marruecos... y Portugal tampoco se desecha por proximidad. Yo creo que hay que salir fuera, hoy en día los países están abiertos y la globalización invita a salir fuera de aquí. El que sale fuera se hace más grande dentro. Hay grandes proyectos de crecimiento en muchas partes del mundo.

-De momento el grupo se ha fijado en Madrid para instalar uno de sus hoteles baluarte, un Abades Nevada.

-En Madrid hay un proyecto importantísimo que incluye dos hoteles urbanos de mucha capacidad. Si conseguimos la financiación necesaria será un gran hotel, un Abades Nevada. Madrid es el centro de la capital desde donde se distribuye todo el flujo de visitantes a España. La mayor parte del turismo entra por Madrid y desde aquí sale o bien para Cataluña o bien para Andalucía así que de esta forma podríamos redireccionar el turismo hacia Granada. Además, en Granada entre marzo y abril abriremos un hotel en Recogidas, será un modelo de hotel singular urbano.

-Con todos estos proyectos, ¿está en disposición de aumentar su plantilla?

-Ahora mismo tenemos en torno a 900 empleados fijos. Con estos planes de expansión podemos duplicar la plantilla. Nuestra constante desde que comenzó Abades es la ilusión por ir creciendo, pero no crecer por crecer sino porque el negocio nos lo permite.