La falta de cobertura y de rapidez de los seguros agrarios para reaccionar ante situaciones imprevistas y que provocan cuantiosas pérdidas, acaban con la paciencia de algunos agricultores que pierden la fe en un modelo que se les vendió por parte de la Administración y de las organizaciones agrícolas como la única salida a riesgos inesperados. Francisco Montilla, que ha perdido su plantación de cherry, está convencido de la "inutilidad" de firmar un seguro porque "te cuesta un dineral" y no encuentra respuesta cuando lo necesita. Aparte, aunque hubiera querido suscribirlo, se da la circunstancia de que en su zona -Ugíjar- no hubiera podido hacerlo porque la aseguradora entendía "demasiado probable" el riesgo de helada. "¿Entonces para qué quiero un seguro?", y concluye que se siente "desamparado".

Ya se puso de manifiesto las deficiencias de esta fórmula en 2010 cuando después de semanas desde que el agua y las bajas temperaturas causaran daños en los cultivos, eran demasiados labriegos los que tenían que aguardar obligatoriamente de brazos cruzados a que uno de los pocos (y saturados) peritos les realizara una visita para evaluar los daños. En esos casos, mientras, no pueden tocar su campo, por tanto no deben ni limpiarlo ni volver a sembrar, bajo riesgo de perder una eventual indemnización.

El secretario general de UPA-Andalucía aseguró ayer que de los 78 millones que se estiman en pérdidas en el sector a consecuencia de las heladas en toda la comunidad autónoma, sólo 30 serán cubiertos por los seguros agrarios. Por eso instó a que "sean revisados y que potencien las coberturas en caso de catástrofes climatológicas, que causan año tras año graves pérdidas económicas a los agricultores y ganaderos de Andalucía". Y añadió que "los seguros agrarios deben dar coberturas reales garantizando un presupuesto suficiente frente a situaciones como la que estamos viviendo en la actualidad".

Desde COAG Granada están recabando datos para elaborar un informe que refleje todas las pérdidas sufridas en el sector agrario por el temporal de frío de los últimos días para trasladarlos a la Administración con la finalidad de solicitar compensaciones económicas para los afectados. Para cuantificar todos los daños producidos, se está procediendo por los técnicos a cumplimentar declaraciones a los afiliados afectados con objeto de presentarlas a la delegación provincial de Agricultura y Pesca. Miguel Monferrer concreta que pedirán medidas fiscales de reducción de módulos en el informe que anualmente la organización presenta con este fin.