Cinco meses después de que oficialmente comenzara el año hidrológico, pintan bastos. A pesar de que las reservas de agua en los pantanos y embalses de la provincia permiten augurar que no habrá problemas de abastecimiento a las poblaciones en los tres próximos años y para más de dos años para los regadíos, según indicaron fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el hecho es que en febrero no se ha registrado ni una gota. Cero -así, sin más- litros por metro cúbico es el balance de los 29 días del mes pasado en el aeropuerto de Granada, uno de los puntos de recogida de datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Pese a la escasa pluviometría, los pantanos están a una media de 66,7%, diez puntos por encima de la media de la última década y diez puntos menos que hace doce meses.

No se trata de un hecho extraordinario. Ya en los meses de febrero de 2000, 1997 y 1990 se registró ese raquítico saldo de agua en el mismo punto, según el director del centro de Málaga de Aemet, José María Sánchez-Laulhé. Estos datos recogen la situación meteorológica desde 1972, cuando comenzaron las mediciones.

En otro punto de recogida de datos pluviométricos -en la planta potabilizadora de Lancha de Cenes-, a lo largo de febrero apenas se registraron cuatro litros por metro cuadrado, cuando la media en esa estación desde 1960 es de 43,1.

Pese a estos datos, los últimos meses no constituyen el periodo más árido de los últimos 40 años. Aunque desde el 1 de septiembre apenas se han recogido 134,1 litros por metro cuadrado en el aeródromo de Chauchina, según los datos ofrecidos por Aemet -que computa por año agrícola, esto es, desde el 1 de septiembre, y no por año hidrológico, que comienza oficialmente el 1 de octubre-, desde 1972 ha llovido menos aun en los años 2004-05, 1998-99, 1994-95 (el año del Mundial en Sierra Nevada), 1980-81 y en 1974-75, que se lleva la palma con un balance paupérrimo de apenas 89,3 litros por metro cuadrado. Con estos datos en la mano, éste sería el sexto otoño-invierno más seco en las últimas cuatro décadas.

Pese a no batir récords absolutos, la situación dista de ser cómoda, sobre todo para el sector agrícola, el más afectado por la falta de lluvias y que, para colmo, también ha sufrido con las heladas. Según los datos recopilados por la Agencia Estatal de Meteorología, en el último medio año se han recogido esos 134,1 litros por metro cuadrado, muy lejos de la media, que está en 244,6 litros por metro cuadrado. Y es que a la penuria hídrica de febrero se une que enero también resultó seco, con un 42% menos de precipitaciones de la media habitual para ese mes. Apenas se recogieron 17,3 litros por metro cuadrado en el aeropuerto.

La causa de estos registros tan bajos, según Sánchez-Laulhé, está en la serie de anticiclones que se han apostado sobre la Península. A esta situación se unió el anticiclón de Siberia, que provocó una brusca bajada de temperaturas a inicios de febrero. Se fue el frío siberiano pero permaneció el anticiclón del Atlántico, situación que, según Aemet, podría normalizarse en el mes de marzo. "Próximamente se podrían registrar algunas tormentas, aunque las precipitaciones es posible que sigan por debajo de la media", explica Sánchez-Laulhé.

Para los próximos días, Aemet prevé escasas probabilidades de precipitaciones en la capital granadina, situación que se mantendrá, según la Agencia, hasta la semana que viene. Las temperaturas seguirán suaves, con mínimas positivas.