Más de la mitad de los trabajadores de baja citados por la Inspección el año pasado para revisar si su ausencia del trabajo seguía justificada volvieron al 'curro' tras la cita de la Delegación Provincial de Salud. Un porcentaje mucho más elevado que el del año pasado, en el que dieron el alta inmediata al 28,6% de los trabajadores citados.

Porque sólo tiene que estar de baja quien realmente lo necesite. Y, según estos datos, una de cada dos bajas ya no se justificaba en el momento de la inspección.

En 2011 la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades (UMVI) de Salud llamó a 15.900 trabajadores que estaban de baja por un proceso de incapacidad temporal (IT) de las 27.197 personas que estuvieron de baja el año pasado según los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social. "De los trabajadores citados el 57,3% recibió el alta inmediata bien directamente por el personal de la Inspección tras acudir a la revisión o porque ellos mismos cortaron su baja tras recibir la notificación. Este último caso se dio en el 44% de las citas, que fueron altas previas de trabajadores que una vez reciben el aviso de personarse en las consultas de la Inspección se dan el alta en su médico antes de venir", explica el coordinador de la UMVI, Ataulfo Carmona.

Por lo que la llamada a la Inspección tiene también un efecto 'curativo' entre un porcentaje alto de trabajadores, aunque se niegan a hablar de fraude. Hay veces que la enfermedad finaliza antes de acudir a la cita, otras en las que las personas sienten que no está justificado seguir de baja y otras en las que se sigue manteniendo un miedo cultural a la Inspección.

Cuando la Inspección da el alta obliga a la incorporación laboral inmediata y después se controlan los siguientes procesos de bajas que solicite ese paciente para controlar posibles procesos acumulativos. De hecho, el médico de familia no puede darle una baja sin autorización de la Inspección.

Pero no todo han sido altas médicas. Un porcentaje importante de trabajadores continúa de baja tras pasar por la valoración de la Inspección. De hecho se tramitan hasta solicitudes de invalidez permanente. El año pasado se hicieron 385 propuestas.

Según Carmona, en 2011 se ha podido comprobar que "hay menos bajas, menos accidentes de trabajo y menos afiliados a la Seguridad Social. Al haber menos población activa con trabajo se reducen las bajas laborales también proporcionalmente", matiza. Sólo en enero de 2012 se han contabilizado 4.650 bajas laborales nuevas.

La incidencia de las IT en 2011 en la provincia de Granada fue de 15,11%. Es decir, que el 15% de los trabajadores tuvieron una baja laboral durante el año. "Esta cifra supone una reducción del 17,5% respecto a la incidencia del año 2010", puntualiza Carmona.

El control de las bajas por parte de Salud se realiza para la población general y ahora también para los trabajadores de las instituciones públicas, como el propio Servicio Andaluz de Salud. Además están citando también a los afiliados a Muface o Mujeju, por ejemplo.

Lo que sí repiten desde las consultas de la Inspección es la tendencia a solicitar menos bajas médicas ante cualquier dolor o enfermedad, un cambio de mentalidad en el propio trabajador. Si antes bastaba el más mínimo síntoma para asegurar que no se podía desempeñar el puesto de trabajo, ahora "la gente es más conservadora y usa menos las bajas".

Además, la Inspección mantiene el programa de vigilancia de las IT de corta duración, las que se prolongan durante menos de 30 días. "Hay un acuerdo estatal para ayudar al control de la IT no justificada. De las de menos de 30 días se puede abusar más y las empresas pedían una revisión", asegura Carmona.

Con todo, al haber menos bajas laborales también son menos las empresas que solicitan de oficio a la Inspección que vigile a sus trabajadores para comprobar la justificación de su ausencia del trabajo.

Todo porque hay cada vez una mayor conciencia a administrar bien este recurso, que tiene un coste elevado, tanto por parte de los usuarios como de los propios profesionales.

De hecho, "hay una respuesta positiva de los médicos de familia en general y cada vez más sensibilidad ante los efectos económicos de las IT indebidas", argumenta el coordinador de la UMVI de la Delegación Provincial de Salud.

No en vano, según los datos aportados por la Inspección, el coste de enero a noviembre del año pasado por cada trabajador de baja (incluidos todos los regímenes laborales) fue de 23,27 euros al día. Esto se calcula según el nivel de cotización de los trabajadores.

El año pasado la media fue de 20,68 euros por cada trabajador y día. Este es el coste por afiliado que paga la Seguridad Social. Los trabajadores de las mutuas son independientes de este grupo y el coste es menor. Es unas dos quintas partes de este, por lo que el coste de los trabajadores de las mutuas que están de baja desciende a los 9,3 euros al día.

Las consultas de la UMVI están en la planta baja de la Delegación Provincial de Salud, donde hay siete consultas y trabajan siete médicos inspectores, cuatro subinspectores (enfermeros) y diez de tipo administrativo. Suelen citar unos 15 pacientes por médico, que luego redacta su resolución.

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