recortes municipales La crisis se pasea por los barrios

Granada no está para fiestas

  • Los distritos perderán este año celebraciones con más de 30 años de antigüedad · Las asociaciones se sienten incapaces de montar sus festejos tras el recorte de ayudas por parte del Ayuntamiento

Los comercios de La Chana tienen marcada en rojo la penúltima semana de julio en sus calendarios. Los días de fiesta despiertan el letargo económico en el que vive sumido el barrio todo el año y pone en marcha el sistema de consumo. La imprenta del barrio que elabora los programas de las fiestas, el montador de las casetas, el negocio de alquiler de sillas, el puesto de patatas asadas y los bares de la zona tienen durante estos días una frenética actividad. José Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de La Chana calcula que sus fiestas, con un coste de 6.000 euros, dan trabajo directo a unas cien personas. Este 2012, por primera vez en treinta años, el barrio de La Chana se quedará sin fiestas. Y no es el único. Los granadinos que quieran disfrutar del jolgorio y el baile tendrán que irse este año al Corpus, porque ningún barrio de Granada tendrá festejos.

La crisis ha recrudecido tanto el panorama económico que el Ayuntamiento ha reducido a la mitad la subvención que otorgaba a las asociaciones de vecinos. No sólo les ha quitado dinero, además les ha hecho responsables de los pagos de la limpieza, la infraestructura, la seguridad y las horas extra de la Policía Local. Con ese apretado panorama, las asociaciones no son capaces de poner en marcha sus programas de fiestas.

A las asociaciones de vecinos la decisión del Ayuntamiento les parece lógica, respetable y acertada. Lo que no les parece bien es que el alcalde no asuma públicamente su responsabilidad y diga claramente que este año no hay dinero para fiestas. Por contra, ha obligado a las asociaciones de vecinos a elaborar un escrito en el que renuncien a las fiestas para cobrar la citada subvención que el Ayuntamiento sugiere, inviertan en Cáritas.

"Lo único que queremos es que quede muy claro que no va a haber fiestas, y no porque no queramos, sino porque no podemos", explica Manuel Morcillo, presidente de la asociación de vecinos de Doctores. Dos ejemplos: el Cerrillo de Maracena recibirá este año 2.200 euros de subvención. Una orquesta de las más asequibles cuesta unos 1.500 euros y una noche de flamenco ronda los 600 euros. La Chana dispone de 3.000 euros para gastar pero sólo las sillas que tienen que instalar valen 1.100 y el sonido exige otro desembolso de 1.000 euros. "Es imposible montar nada medio digno con este presupuesto", explica José Fernández.

El malestar entre las asociaciones de vecinos escaló ayer varios puestos después de oir al alcalde decir que las que rechazan las fiestas son las asociaciones de vecinos y que son ellos lo que han elaborado un escrito explicando a dónde quieren destinar ese dinero.

Según el alcalde de la ciudad, el 80% de las asociaciones de vecinos han realizado un escrito renunciando a las fiestas. Olvida que en el otro 20% están las asociaciones del Zaidín, La Chana, Doctores, Sacromonte y Cerillo, agrupaciones de vecinos que por sí solas aglutinan a la mitad de la población de Granada.

"Este año teníamos claro que las fiestas tenían que ser muy austeras, lo que no esperábamos es que desde el Ayuntamiento fueran así de radicales, entre otras cosas porque no lo han sido con la Federación de Cofradías o con el Festival de Tango, por ejemplo", argumenta José Fernández. Por su parte, el alcalde quiso dejar claro ayer que "él no ha suprimido ninguna fiesta" sino que han sido las asociaciones las que han renunciado voluntariamente a ellas.

"Yo no tengo que decir nada a los vecinos porque fue en un pleno donde se anunció la reducción del 50% de la aportación municipal para las fiestas y la supresión de otras ayudas indirectas", señaló, y añadió: "Fueron ellos los que optaron por renunciar y cada asociación ha hecho lo que considera oportuno con el dinero que se les daba, incluso algunas han optado por hacer donaciones a Cáritas".

"Quizás muchos hubieran querido que el alcalde diera un decreto diciendo que se suspenden las fiestas de los barrios pero no lo he hecho. Son ellos los que nos proponen que se suspendan temporalmente, aunque puedan celebrarse cuando estemos mejor económicamente", puntualizó Torres Hurtado.

Los presidentes de las asociaciones de Zaidín, Cerrillo, La Chana, Sacromonte y Doctores creen que detrás de toda esta situación se encuentra la poca simpatía del equipo de gobierno por el movimiento vecinal y lamentan que, por primera vez en treinta años, durante este 2012 se vayan a perder el Festival de Rock del Zaidín, el Festival Flamenco de La Chana o el Festival de Cante Flamenco de Doctores. La pérdida es algo más llevadera en los barrios más pequeños. Ocurre en San Ildefonso. Su presidente, Andrés Rodríguez, reconoce que las fiestas de su barrio se reducen a la mínima expresión porque en el barrio hay mucha gente mayor y apenas si hay comercios ni bares. "Teníamos por costumbre hacer una paella conjunta para todos los vecinos, pero este año no va a poder ser. Las fiestas si se pueden hacer se hacen y sino, pues prescindimos de ellas", apunta el presidente. La peor parte se la llevarán los niños del Cerrillo de Maracena. "Nuestros vecinos son gente humilde que, muchas veces, ante la imposibilidad de llevar a los niños al Corpus esperaban a las fiestas de barrio porque aquí los cacharritos son más baratos", explica su presidente Matías Muñoz. Consecuencias de la crisis.

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