Granada

González Lodeiro: "El Gobierno está cambiando las reglas del juego en mitad de la partida"

  • El rector de la UGR es uno de los frentes más duros contra el que se enfrenta el Ministerio · Frente a la política de recortes de Wert, defiende el carácter social de las becas y la calidad de la enseñanza pública.

-Acaba de mantener la primera reunión con el ministro Wert, dos semanas después de haberle plantado junto a los demás rectores por no permitir el debate del decreto que racionaliza el gasto educativo, ¿cómo fue la cita?

-Con cierta tensión, pero finalmente se desarrolló en términos cordiales. El ministro dejó claro que la nueva norma de tasas de matrícula está en manos de las comunidades autónomas y que serán éstas las que decidan qué porcentaje de subida aplicarán.

-Entonces, ¿cuándo van a saber los estudiantes cuánto tienen que pagar el próximo curso?

-La matrícula de un estudiante de la UGR ronda los 732 euros por 60 créditos de Grado, puede que el próximo año se tenga que pagar como máximo unos 800 euros. Caso distinto es el máster, que se plantea una subida del 40%, pues de 1.700 euros se podría pasar a pagar unos 2.000 euros. Las universidades hemos pedido que el aumento sea el mínimo posible, pero esto es una responsabilidad que ahora ya sólo tiene la Junta de Andalucía.

-¿Por qué no se dice ya en cuánto se van a subir las tasas?

-El problema ahora es calcular el coste real de los estudios. Si un universitario cuesta unos 5.000 euros al año, la subida podría ser únicamente del IPC, apenas un 1%, del 14% al 15%. Aunque un Observatorio del Sistema Universitario catalán acaba de publicar un informe que asegura que los universitarios españoles ya pagan un 20% del coste de sus estudios, así que el debate continúa.

-Con el ministro no llegaron a ningún acuerdo, ¿no?

-Bueno sí, sobre la dedicación del profesorado se estableció la creación de una comisión mixta, entre las universidades y el Ministerio, para determinar el desarrollo normativo. El decreto que propone el Gobierno aspira a adaptar el régimen de dedicación del profesorado, según las horas que dedican a la función docente, a la investigación o a la gestión.

-La presidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle, ha desmentido que los rectores cobraran dietas por el Consejo de Universidades al que no asistieron. Y ha hecho público su sueldo, 4.034 euros mensuales, ¿podría decirme cuánto cobra usted rector?

-Pues yo no se lo voy a decir.

-¿Ni siquiera por seguir la política de transparencia que están llevando a cabo los altos cargos públicos de este país?

-No. Yo no tengo por qué contar mi sueldo... Entre otras cosas porque me pueden secuestrar y pedir un rescate por lo que gano [risas].

-¿Por qué arremetió el Ministerio de Educación contra los rectores de las universidades públicas en su primera cita?

-No lo sé. Bueno, no fue el Gobierno, fueron algunos medios de comunicación. Esto parece ser una afición que hay, arremeter contra los rectores y las universidades, sobre todo entre algunos tertulianos. Y muchas veces esos tertulianos no saben ni lo que dicen y tienen un desconocimiento absoluto de la universidad. Yo les pediría a muchos de ellos que se lean algún librillo sobre las universidades, sus funciones... y a lo mejor dirían menos insensateces.

-¿Así que el Gobierno no es responsable de los desencuentros?

-El ministro dijo cosas sobre las universidades al principio, tras su toma de posesión, que no comparto. Y creo que tampoco es el papel de un ministro, que tiene bajo su responsabilidad la educación de un país, hacer ciertos comentarios que sólo se pueden decir en un coloquio informal.

-¿Y por qué se han opuesto los rectores de manera tan tajante al decreto del Gobierno que exige medio punto más de nota media para la concesión de una beca?

-El debate es más complejo, no es solamente sobre la subida de un 5 a un 5,5 o al 6 en la nota media de los estudiantes. Lo que planteamos los rectores es que, con este Decreto de Becas, el Gobierno está cambiando las reglas del juego en mitad de la partida. Es decir, un estudiante tiene un índice de superación para garantizarse la obtención de una beca, en base a las cuales desarrolla unas estrategias pero, si antes era del 80%, ahora a final de curso se le pide que sea de un 90%. El universitario ha podido dejar asignaturas sin aprobar pensando que renovaría la beca y ahora se le exige tenerlas todas aprobadas sin posibilidad de dar marcha atrás.

-¿Y las becas salario?

-Como para obtenerla se exige una superación del 100%, los rectores insistimos en que estas ayudas no tienen nada que ver con la excelencia, sino con la retribución económica de las familias. Las becas-salario se crearon en tiempos de Franco, las daba el Patronato de Igualdad de Oportunidades para compensar el salario que dejaba de ingresar un hijo cuando continuaba los estudios. Así que están más en relación con las condiciones económicas de la familia que con las notas.

-¿Tiene pensado reforzar el Plan Propio de Becas para compensar el recorte del Gobierno?

-Sí, en función de lo que finalmente se determine con el Decreto estudiaremos nuestras ayudas y tomaremos medidas para que ninguna persona deje de estudiar por motivos económicos.

-Si las universidades andaluzas tienen que ahorrar 130 millones de euros, ¿en cuánto deberá ajustarse el cinturón la UGR?

-El Gobierno impone un recorte de 130 millones para todo el sistema andaluz. Si se tiene en cuenta la cuota de participación de cada Universidad, que la de Granada ronda el 22%, deberíamos ahorrar unos 28 ó 30 millones de euros. Pero en Andalucía el sistema todavía se está discutiendo para no tener que usar esta cuota y disminuir los gastos por otras vías.

-¿Qué vías permitirían conseguir ese ahorro?

-A través de compras mancomunadas (electricidad, gasóleo, material informático...) y conseguir así precios más baratos; de hecho, en este primer trimestre ya se han reducido los costes y podríamos conseguir una reducción de 20 millones de euros a lo largo de 2012. Los gerentes de las universidades andaluzas están manteniendo reuniones para encontrar nuevas fórmulas. La subida de tasas sería la segunda vía, de la que hemos hablado ya. Y, en tercer lugar, el ahorro en personal, que es el último que se quiere tocar.

-Y ¿no se barajan otras fórmulas para la subida de tasas?

-En el sistema universitario español carecemos de una contabilidad analítica que nos permita afinar mejor, pues no es lo mismo estudiar Medicina, que tiene unos costes, que estudiar Periodismo. En algunas comunidades sí tienen diferentes tarifas para cada título, pero en Andalucía no, tenemos los mismos precios.

-¿En Andalucía se podría pedir precios diferentes en cada título?

-En estos momentos todo se puede replantear.

-¿Alguna medida de austeridad para este verano?

-Seguiremos con el cierre de los centros, salvo de los servicios centrales y una facultad para que se pueda atender la demanda durante los 20 días de agosto.

-¿Ha pensado en privatizar algún servicio para ahorrar más?

-No.

-¿Y en vender algo del inmenso patrimonio que tiene la UGR?

-Tampoco.

-¿La Junta le sigue debiendo 100 millones de euros a la UGR?

-Sigue habiendo una deuda, no sé si de 100 millones de euros más o menos...

-¿Más o menos?

-No lo sé. No sé la cifra concreta. Hay una deuda, pero es de toda la vida. La Administración a todo el mundo le debe.

-Y ¿qué le parece que las administraciones públicas arrastren deudas desde los 90 incluso?

-Es una barbaridad. No creo que se deban mantener esas deudas, sobre todo a los proveedores, porque así paralizamos la economía. Gracias a la gestión que tenemos a través de Gerencia pagamos al día, en periodos de tiempo razonables. Pero la Junta no tiene la liquidez suficiente para poder financiar y provoca atrasos en los pagos.

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