Granada

Los vecinos del barrio de la Cruz se oponen a albergar una sede de 'Calor y Café'

  • Consideran que el tipo de personas que frecuenta esta ONG puede ser peligroso y piden que el Ayuntamiento la reubique

 Los vecinos del barrio de la Cruz de Granada capital, constituidos en plataforma, se manifestaron ayer por la tarde para protestar   contra la inminente apertura de un centro y comedor social de la ONG Calor y Café, que consideran "peligroso" para niños y mayores "por el tipo de personas que lo frecuentarán". 

En declaraciones a Europa Press, Felisa Maldonado, integrante de la Plataforma El Guerra, explicó que la intención de las protestas es que la organización no gubernamental "reconsidere su posición" y decida trasladarse a otra ubicación distinta, ya que el propio Ayuntamiento de Granada les ha ofrecido instalaciones en otra zona, cerca de la sede de la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía, según aseguran los vecinos.  

 

Calor y Café rechazó el ofrecimiento del Ayuntamiento argumentando que el solar quedaba muy retirado de su ámbito de actuación. Resaltó que sus usuarios son, en su mayoría, personas mayores, con problema de movilidad o de drogodependencia.

 

Maldonado criticó que el comedor social, que hasta ahora estaba situado en las inmediaciones de la calle San Antón, en el centro de Granada, donde "son numerosos los incidentes", se abrirá en la "única calle que cruza el barrio", concretamente en la calle El Guerra, y junto a su única plaza, Polo y Caña, "donde los niños juegan por las tardes y las personas mayores toman el sol".  

 

Es por ese motivo por lo que decidieron convocar una manifestación con inicio y finalización en la citada plaza, después de recorrer calles como Gaona, El Guerra, Carretera de Jaén, o Manolete. 

 

Asimismo, los vecinos avisaron de que ésta no será su única protesta y el martes que viene, día 19, secundarán otra manifestación que recorrerá la céntrica Gran Vía y acabará en la Plaza del Carmen, donde se ubica el Ayuntamiento de Granada. Además, hasta el 30 de junio "todos los días" habrá protestas por este asunto en el barrio. 

Maldonado quiso dejar claro que la convocatoria de protestas no debe interpretarse como que el barrio es insolidario con el colectivo de las personas desfavorecidas, puesto que, recordó,  acoge otras asociaciones contra la drogadicción y el alcoholismo, de síndrome de down, de sordos, casas de acogida para mujeres, y una parroquia "que ayuda a muchísima gente".  

 

La razón principal de la oposición del barrio es que esta organización, Calor y Café "no hace control de las personas a las que ayuda", como demuestran los actos violentos que se han producido a sus puertas "y que han salido en los medios de comunicación". "La gente está muy asustada y notamos que ha subido ya la inseguridad en el barrio. Calor y Café puede hacer un daño irreparable", consideran desde la plataforma, que ha recogido ya mil firmas en contra del centro social.  

 

"Los vecinos tenemos una sensación de impotencia terrible, porque podemos perder nuestros espacios, los que usan los niños y mayores. Sería dramático", señala Maldonado, que asegura que los vecinos no van a cejar en su empeño de defender la seguridad en el lugar en el que viven.  

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