Conducir durante más de una hora la distancia que separa Rincón de la Victoria (Málaga) de Motril, merece más que la pena para Francis García, si está en juego el bienestar de su hija. Lara, de 6 años, padece el síndrome idic 15, una enfermedad cromosómica que afecta a su capacidad de desarrollo, por lo que acude a diario a un aula específica en Vélez Málaga. Ahora que el curso lectivo se ha interrumpido, no quiere ver frenada la evolución que la niña ha logrado durante el resto del año. Así que ella y su marido decidieron apuntarla en los talleres de verano que la asociación Conecta de Motril realiza para niños con espectro autista.

Estas actividades comenzaron el pasado día 2 de julio y se prolongarán hasta el 31 de agosto. Este año debido a la alta inscripción han tenido que dividir dos grupos en función de sus capacidades.

Francis alaba la labor que realizan en Conecta con los niños, ya que en este colectivo tienen muy claro que cuanto antes se empiece a trabajar con los pequeños, será mejor para todos. Es por ello que los talleres están destinados a niños desde 2 años (edad en la que se diagnostican los primeros síntomas de este trastorno) hasta los 12. La idea es aprovechar estos días estivales para participar en actividades de ocio, culturales o deportivas que les permitan mejorar en su autonomía personal.

En los tres años que esta asociación motrileña viene realizando estos talleres, se ha convertido en un referente no sólo a nivel andaluz sino nacional, según explica la presidenta de Conecta, Elisa Salamanca. "En atención temprana con niños tan pequeños no creo que haya nada", comenta. "Si tuvierámos más recursos atenderíamos a más niños", añade. No obstante, tiene palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento de Motril que les cede una ludoteca, y para la Junta de Andalucía, que también les facilita las instalaciones de la residencia García Lorca.

En los talleres se pretende que desarrollen sus capacidades, de modo que les permitan sentirse independientes de su familia. Conecta no es una asociación cerrada, por lo que en los talleres participan también niños que no padecen este espectro. Así, Alejandro, el hermano de Lara, a sus 2 años también acude a estas actividades "Desde que él nació sabe que para comunicarse con su hermana tiene que hacerlo con el pictograma", porque lo que quieren es que se vea al niño, no la discapacidad y actuar con naturalidad. "Estos niños son así, no tienen una enfermedad, tienen una discapacidad. Son así y son ciudadanos. Hay que tratarles con respeto y deben llevar una vida normalizada. Los padres no debemos sobreprotegerles, sino fomentar que el día de mañana tomen sus propias decisiones".

Pero no sólo estos talleres se han convertido en un referente nacional para los usuarios, también monitores de fuera de la comunidad autonóma de Andalucía se han sentido atraídos por la idea de colaborar en la estimulación de la atención temprana con niños de tan corta edad. Éste es el caso de Miriam Cordero, que participa por primera vez en estos talleres. Esta joven extremeña de 21 años que estudia Psicología en Salamanca, estaba buscando una web de voluntariado con la que colaborar este verano, cuando encontró la página web de Conecta. En ese momento no dudó en apuntarse, pues quiere especializarse en atención infantil, por lo que estas actividades le permiten poner en práctica lo estudiado en su facultad. Miriam está muy contenta, porque además el año que viene dejará su Cáceres natal y estudiará en Granada gracias a una beca, con lo que ya estos meses se ha ido familiarizando con la provincia en la que residirá el próximo curso escolar.

Miriam es una de las 6 chicas que estos días vive en el piso que la asociación dispone en la calle Pablo Picasso de la ciudad costera. Otra de ellas es Carmen García, de 19 años, que estudia un módulo superior de integración social. Esta sevillana también conoció la labor de Conecta por internet y rellenó la solicitud. "Es tal la demanda de voluntarios que tenemos que hay que realizar una entrevista on line de los candidatos, pues seleccionamos mucho el perfil de los monitores", explica la presidenta.

Carmen está encantada con su trabajo diario, y con la mejor de sus sonrisas presta atención a sus niños, a los que no descuida ni un segundo. La tarea es dura, porque además de realizar los talleres matinales, hay que preparar las actividades de los próximos días, evaluar los ejecutados... Pero siempre encuentran un rato libre para escaparse a la playa, que para ellas que son de interior supone una pequeña recompensa, junto a la gran satisfacción de aprender y procurar el bien de los niños.