Granada

"No es que no queramos pagar, es que no nos dejan hacerlo"

  • Un matrimonio se encuentra al borde de perder su vivienda después de haber intentado en múltiples ocasiones renegociar la deuda de la hipoteca con el banco

Ocurre todos los días y cada vez más cerca de todos. Los bancos continúan ganando la batalla a los ciudadanos, siguen sumando llaves en sus cajones, sin que las personas que habitan en esas viviendas puedan hacer nada por evitarlo. Ayer, unas cincuenta personas convocadas por el 15-M se reunieron a las puertas del Banco Popular para apoyar a Concepción Cabrera y Joaquín González en esta lucha. Una pelea de años para conseguir una única cosa: que no les arrebaten su hogar.

Hoy el Banco Popular tiene previsto realizar la subasta de la casa de este matrimonio que solo pide una cosa: negociar. "No es que no queramos pagar sino que no nos dejan hacerlo. He intentado renegociar la deuda en múltiples ocasiones y nadie me deja hacer nada. Ahora empiezo a trabajar y podría pagar parte, pero no quieren".

Todo comenzó en torno al 2008 cuando Concepción Cabrera y su marido decidieron comprar su vivienda. Corrían tiempos de ladrillo y obra en España y todo parecía sencillo. Su marido tenía una agencia de viajes y, en general, las cosas iban bien. Sin embargo, poco después se torció la suerte y Joaquín enfermó, a la par que vieron cómo la agencia de viajes contaba sus últimos días.

Decidieron entonces abrir una cafetería, un negocio que tampoco cuajó. Con el objeto de eliminar algunas deudas, Joaquín y Concepción rehipotecaron su casa, pidieron ayuda a Caja Rural y pagaron parte. En estas circunstancias y después de quedarse varias veces en paro tuvieron una menor solvencia hasta que decidieron pedir una cadencia al banco, "un compás de espera por el que la entidad te permite pagar la mitad de la cuota hipotecaria de forma temporal, hasta que se pueda afrontar de manera íntegra".

Sin embargo, el periodo de cadencia finalizó y el banco dio el siguiente paso: la convocatoria de subasta. Concepción, que ya ha encontrado un nuevo empleo, explica que "si alguien me escuchara, sabría que yo ya puedo pagar una parte del dinero y que solo necesito negociar". Por el contrario, la entidad le exige la totalidad de la hipoteca, un dinero que de momento, no tiene. "Yo solo quiero llegar a un acuerdo. Si subastan la casa tendré que seguir pagándola sin tenerla. No puedo pagar por un lado al banco y hacerme cargo de un alquiler a la vez. En algún sitio tendremos que vivir", declara.

La única esperanza que le queda a Concepción Cabrera y a su familia es "que haya un poco de humanidad, ya que se trata de una situación que te hunde", explica.

El abogado Pepe Iglesias, que pertenece al movimiento de Stop Desahucios del 15-M remarca que puede que hoy no se subaste la vivienda, "por lo que todavía podríamos estar a tiempo de hacer algo". Sin embargo, de llevarse a cabo, el banco podría quedarse con la casa por un 60% de la tasación "que está hecha por empresas vinculadas a la entidad y que por tanto la favorecen", apostilla. Sin embargo, todos ellos esperan que el banco les dé una tregua, un periodo de tiempo y una nueva oportunidad.

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