Granada

Una placa para las víctimas del franquismo

TE podrás figurar cómo estaré y lo que llevo con hoy 9 días en Capilla, pensando nada más que en ti y en nuestras queridas hijas. Pero si no fuera por ti, estaría tan tranquilo porque me fusilan por ser socialista, nada más que por eso y es hasta cierto punto una honra morir por un ideal como yo lo voy a hacer. Y tanto tú como ellas podéis ostentar con la cabeza bien alta este título de ser la familia de un mártir de la libertad".

Acabamos de leer un fragmento de la carta que un preso republicano escribió desde la cárcel para despedirse de su familia, antes de ser fusilado por los franquistas. Horas después de escribir aquellas dramáticas palabras, que emocionan por su convicción y entereza, fue trasladado a la tapia del cementerio en uno de los tristemente célebres camiones de la muerte y fusilado junto a otros compañeros. En la tapia aniquilaron a la flor y nata de la sociedad granadina. Un exterminio meticulosamente planificado en el que quitaron la vida a 4.000 personas. Sindicalistas, trabajadores, periodistas, profesores, médicos y maestros, cuyo único delito había sido defender la legalidad constitucional. De 1936 a 1956, 20 años fusilando sin piedad.

Hay testigos excepcionales, como el periodista Robert Neville, corresponsal del New York Herald Tribune, o la escritora estadounidense Helen Nicholson, autora del libro Muerte en la madrugada. Pero el testimonio más estremecedor procede del guarda del cementerio, José García Arquelladas: "Aquello era día y noche, un chorro. Coches subiendo, coches bajando. Mujeres y todo, las criaturas allí andando de rodillas y no tenían perdón de nadie, allí llegaban -plin, plam, plin plam- y se acabó. Unos decían: ¡Viva la República!, otros: ¡Viva el comunismo! Había de todo, otras criaturas iban muertas, no todos tenían el mismo espíritu, arrastrándose de rodillas, pidiendo perdón".

Esta tarde volveremos a subir a la tapia para poner, por quinta vez, una placa en recuerdo de las víctimas del franquismo. Sin duda, la declaración como "lugar de memoria" ha sido uno de los mayores éxitos de la Memoria Histórica en Granada. Una deuda que teníamos con nuestros padres y abuelos. Y sobre todo, un éxito de los familiares de las víctimas, como Gabriel Fernández Valladares, hijo del concejal fusilado Juan Fernández Rosillo, que a sus 82 años ha luchado tenazmente en el nombre del padre.

Esperamos del gobierno municipal un gesto de solidaridad con las víctimas del franquismo. Pedimos respeto para la quinta placa que vamos colocar en la tapia y que tanto valor sentimental tiene para los familiares. Cada vez que la arranca, y van cuatro, reabre las heridas en hijos y nietos, que sólo pretenden honrar la memoria de sus seres queridos. Estamos hablando de uno de los episodios de la represión franquista mejor documentados por historiadores y arqueólogos de la UGR. Un equipo arqueológico de la Universidad ha analizado los grafitos de la tapia, llegando a la conclusión de que están relacionados con los fusilamientos. Los autores fueron familiares o amigos de las víctimas, que desafiaron a la dictadura con este homenaje íntimo y clandestino para evitar represalias. La hoz y el martillo o las siglas UHP (Unión de Hermanos Proletarios) son los grafitos más destacados. Pero la prueba más contundente son las marcas dejadas en la tapia por los impactos de bala. El resultado de las elecciones autonómicas del 25 de marzo ha sido decisivo. El nuevo gobierno andaluz, progresista y de izquierdas, ha creado una Dirección General de la Memoria Democrática, comprometida con las víctimas del franquismo, que dará un nuevo impulso a los "lugares de memoria" como la tapia del cementerio granadino.

Nuestro proyecto es más que una placa. Queremos escribir en la tapia los nombres de los 4.000 fusilados, como si fuera la página de un libro. Sería la mejor lección de historia para las nuevas generaciones, que no olvidarán jamás lo ocurrido en aquel muro del terror. Y es que sólo conociendo la verdad se hará justicia y será posible la reconciliación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios