Granada

El encaje de bolillos en inglés

  • Las encajeras se reúnen en el mercado municipal de Motril para intercambiar elementos de diseño y practicar idiomas

Hacer encaje de bolillos es universal, como internacional serán las clases de este arte milenario en el mercado municipal de Motril. De momento, se va a hablar en inglés, en alemán y en español, mientras se teje. Desde luego, las participantes no van a encontrarse con nada igual a lo que hayan hecho hasta ahora, y la experiencia promete ser muy enriquecedora en todos los sentidos. La presidenta de la Asociación de Encajeras Virgen de la Cabeza, Paqui Jiménez, explica que este tipo de encaje textil se practica en muchos países, "solo que en cada lugar tienen sus propias técnicas y estilos, aunque el resultado sea el mismo". Además, subraya lo interesante que es "relacionarse con mujeres, no sólo españolas con las que intercambiar elementos de diseño".

Esta original actividad, que combina esta manualidad con la práctica de otros idiomas, surgió cuando Jutta Muller se enteró que el Ayuntamiento de Motril había comunicado a la agrupación que debía abandonar el local del mercado. Esta alemana afincada en Motril expresó su disconformidad con esta decisión: "No entiendo por qué si hay locales vacíos no facilitan la labor de esta agrupación". Al mismo tiempo, se ofreció para hacer todo lo posible para que la actividad se llevara a cabo.

Así, ha puesto a disposición la terraza del local que regenta en la segunda planta del mercado municipal (Bio Muller) a la presidenta de este colectivo para continuar con sus encuentros, pues considera positivo realizar "actividades en el mercado que atraigan público". Así, tras el relax del verano, este lugar se convertirá a partir de septiembre en un peculiar punto de encuentro para las aficionadas al encaje de bolillos, donde tendrán su cita semanal todos los lunes entre las 10 y 11 de la mañana. "Comenzaremos el mes que viene, cuando los niños vayan a la escuela y tengamos más tiempo libre para dedicarnos a esta actividad", añade Jiménez.

Como Muller es alemana y también habla inglés, ha difundido la actividad entre los extranjeros que conoce y se ha ofrecido a ejercer de intérprete entre ellas. De momento, hay varias personas apuntadas, de habla inglesa y española.

La presidenta de la asociación anima a todos a practicar este relajante hobby, "también a hombres y personas de todas las edades a acercarse al mercado", según recalcan. Asimismo, quiere tranquilizar a quienes se desanimen pensando que es muy complicado dominar este arte: "No es difícil, pero hay que dedicarle muchas horas". "Las primeras clases empezaremos sólo con 16 bolillos para realizar un torchón, luego pasaremos a un medio punto e iremos incorporando mayor dificultad y mayor número de bolillos para que en tres meses podamos realizar un encaje con unos 80 bolillos", señala.

De momento, la que hasta ahora era tan sólo la vecina de la asociación convertida ahora en su principal 'activista', ha invitado a sus clientes belgas, holandesas y alemanas a participar en estas reuniones. "Mi clientela es gente mayor centroeuropea ya jubilada que, además de disfrutar del buen tiempo no hace nada, tienen mucho tiempo libre. Son personas que poseen una segunda residencia y vienen temporalmente al litoral granadino a partir de octubre, cuando en sus países llega el frío".

Una de las participantes, según comenta Muller, es "una mujer británica aficionada al crochet, como yo, que se ha animado a intentarlo con el bolillo".

Y apostilla Paqui Jiménez: "El idioma, desde luego, no va a ser obstáculo para que extranjeros participen ya que Jutta (que lleva 5 años en el mercado y habla con soltura el español) hará de interprete y facilitará la compresión de esta técnica de encaje". De momento, está recogiendo las cosas de la que ha sido hasta ahora sede de la asociación en el mercado municipal.

Muller comenta que "debería haber más actividades en el mercado municipal que animaran y dieran vida al comercio local de la plaza de San Agustín".

El bolillo será una excusa con la que un grupo de mujeres se reunirán todos los lunes, lo que permitirá además de introducirse en este arte textil las españolas puedan aprender otros idiomas y las extranjeros puedan perfeccionar el empleo del castellano.

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