Granada

Cuento de Navidad en el centro de salud

  • Inmaculada Maldonado encontró un sobre con 280 euros cuando entró a su nuevo trabajo y no ha dejado de buscar al dueño hasta localizarlo · Antonio Haro perdió el dinero hace cinco años y ya lo daba por perdido

Para Antonio Haro esta Navidad será una de las mejores de los últimos años gracias a la solidaridad de Inmaculada Maldonado, una empleada de un centro de salud motrileño que demostró que todavía existen personas honestas en este mundo.

Inma, como la conocen sus allegados, fue destinada a Motril-Este hace dos meses. Cuando llegó, su manera de ser le impulsó a hacer limpieza en el lugar donde iba a pasar buena parte de su tiempo a partir de ese momento. Un día abrió un armario y se encontró con una caja en la que había varios objetos que parecían perdidos, entre ellos una carpeta que abrió y cuál fue su sorpresa cuando comprobó que había dos cartillas de ahorros de una caja y un sobre que contenía varios billetes de euro. En ese momento, llamó a la limpiadora, Isabel, "para que hiciera de testigo de que me había encontrado ese dinero pero que no tenía ninguna intención de quedármelo". Contaron el montante del mismo para que después no hubiera ningún problema. El importe exacto era 280 euros.

Enseguida puso en conocimiento de la directora del centro de salud el caso, la cual le dijo que guardara el sobre en una caja fuerte y que intentara localizar al usuario para devolvérselo. Pronto comprobó que no iba a ser tan fácil. La calle que aparecía no estaba actualizada y no estaba en el callejero de Motril. No obstante, no cejó en su empeño y ha estado durante los dos últimos meses empeñada en encontrar al dueño de la cartera.

Unos agentes de Policía que en una ocasión acudieron a pedir cita, que es el servicio de atención al público que ella presta, le dieron una idea: Quizá ellos podrían ayudarla. En efecto, le informaron de que la calle que aparecía se había actualizado y le señalaron cómo se llamaba la nueva. Lo que no existía era la travesía que aparecía en el domicilio. Eso tampoco la frenó. Se fue hasta dicha calle de Motril y fue casa por casa, aunque sus investigaciones continuaban siendo infructuosas.

En una panadería de dicha calle alguien sí conocía el nombre de la persona que ansiaba encontrar: Antonio Haro. El resto fue coser y cantar. No olvidará nunca la cara del hombre de 83 años que hacía cinco, concretamente en julio de 2007, había tenido el enorme disgusto de extraviar -no sabía dónde- aquellos documentos con un sobre de dinero que después de tanto tiempo había dado por perdido. Al anciano se le llenaron los ojos de lágrimas. En una casa humilde y pequeña, la mujer comprendió que aquel hombre necesitaba el dinero. "Es muy importante para mí", comentó.

Inma le citó el viernes a las 12 de la mañana en el centro de salud y allí le hizo entrega de la misma. Antonio se puso un traje para celebrar la ocasión y se mostró muy agradecido del detalle de esta honesta trabajadora, que está orgullosa de haber actuado así.

Esta motrileña reconoce que en ningún momento se le pasó por la cabeza quedarse con el dinero a pesar de que le habría venido muy bien a ella y a su familia. Ella, en concreto, ha estado un mes en el paro a pesar de estar al servicio del SAS desde hace 18 años, y ahora está en régimen de eventual. Además, su marido lleva tres años y medio en el paro, ya que trabajaba en la construcción y la crisis se llevó su trabajo por delante. También tiene dos hijos, Eva y Álvaro, de 7 y 11 años respectivamente.

La honradez de esta mujer ha hecho que para Antonio sea "el mejor de regalo de Navidad que podía recibir", comentó emocionado el dueño de la cartera perdida en un capítulo de una realidad que muchas veces supera a la ficción.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios