Granada

El alcalde, dispuesto a recurrir al Ejército para retirar la basura si sigue la huelga

  • Torres Hurtado asegura que, en caso de que persista el paro, pediría la intervención de la Unidad Militar de Emergencias El Consistorio descarta mediar en el conflicto, que alcanza su décimo día

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, repitió ayer lo que viene diciendo desde que el pasado día 7 de enero los trabajadores de Inagra iniciaran una huelga indefinida que cumple hoy diez días: el Ayuntamiento no intermediará en el conflicto entre una empresa privada (aunque sea concesionaria de un servicio municipal) y sus trabajadores. A lo que sí estaría dispuesto es a pedir la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército para que resuelva el problema de la basura que se acumula en cualquier esquina de la ciudad. "Si fuera necesario, pediría la Unidad Especial de Emergencias del Ejército para que, como en otras situaciones, acuda a resolver este problema", aseguró ayer Torres Hurtado, que no puso fecha límite para tomar esta decisión y que aseguró que dependerá de cómo evolucione la situación entre Inagra y sus trabajadores.

"El Ayuntamiento ha pedido a las dos partes que lleguen a un acuerdo", señaló ayer el alcalde, que se lavó las manos ante la posibilidad de terciar en el conflicto. Torres Hurtado aseguró que el Consistorio "tiene las ideas claras", porque cuando una administración contrata los servicios de una empresa, y se paga por ellos, no podemos sustituirla".

A pesar de su negativa a intervenir, Torres Hurtado, si tomó parte del lado de la empresa, recordando que "ha hecho ofrecimientos distintos de la postura inicial que manifestó en la primera reunión". De paso, el regidor aseguró que los trabajadores convocaron la huelga indefinida demasiado pronto y consideró que precisamente por eso no cree que se haya agotado la vía de negociación.

El alcalde también rechazó la posibilidad de rescatar el servicio. "Desde que yo estoy en al frente de Ayuntamiento en 2003, es la primera huelga que se produce", señaló el alcalde, que recordó que el Ayuntamiento ha sido "bastante exigente" con Inagra a lo largo de todos estos años hasta el punto de que Granada siempre resulta elegida como "una de las ciudades más limpias de España" en todos los ranking.

Las declaraciones del alcalde no tardaron en generar reacciones. El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Francisco Puentedura, aseguró que las afirmaciones de Torres Hurtado son "una amenaza velada contra los trabajadores" ya que su pretensión es "cargarse el derecho constitucional a la huelga a través del Ejército".

En cualquier caso, Torres Hurtado indicó que recurrir al Ejército sería "lamentable", porque evidenciaría que no ha habido "capacidad negociadora" entre las partes. Desde luego, y al margen de que el alcalde recurra o no a los militares para que alivien la acumulación de basura -ya son más de 1.500 las toneladas que se amontonan en las calles-, por el momento la capacidad negociadora entre Inagra y la plantilla está en entredicho. El quinto encuentro en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla), en lugar de acercar posturas llevó a la ruptura de las conversaciones, ya que tanto la empresa como los trabajadores insisten en mantener posturas enfrentada en cuanto al núcleo duro del convenio: los salarios.

La última propuesta de la empresa pasa por la reducción salarial del 2,5% para 2013 (en principio esta rebaja era del 5%), más la congelación de los sueldos durante cuatro ejercicios (en lugar de los dos iniciales). Además, el director de Recursos Humanos de Inagra, José Antonio Pérez Santos, insistió en que la oferta de pasar a jornada completa a 20 de los 110 trabajadores que tienen un contrato parcial es una buena muestra de la "mejora" en las propuestas que la empresa ha llevado a la mesa de la negociación. Sin embargo, el representante de Inagra aseguró que en el último encuentro del lunes los trabajadores rechazaron "tajantemente" el ofrecimiento de la empresa y "retrocedieron" en sus propuestas, "rechazando ya cualquier congelación salarial y exigiendo la aplicación del IPC para 2012".

Según el director de Recursos Humanos de Inagra, en el encuentro del pasado lunes los trabajadores "no valoraron en su justa medida" la "razonable" propuesta empresarial, que se traduciría en la pérdida mensual neta "de entre 35 y 50 euros" al mes. "El esfuerzo es importante pero la situación actual nos lo requiere", insistió Pérez Santos, que aseguró que "no se puede mantener el servicio en estas condiciones".

El representante de Inagra volvió a acusar al comité de empresa de precipitarse en la convocatoria del paro indefinido, como también hizo el alcalde. "La negociación no estaba como para convocar una huelga", apuntó Pérez Santos, que pidió a los trabajadores un "acto de responsabilidad para solucionar el conflicto que está sufriendo la ciudad".

Sin embargo, desde el comité de empresa se considera que las posturas están ahora más enfrentadas que nunca. Según el presidente del comité, Eduardo Aragón, en el último encuentro la empresa "quiso romper todo el articulado del convenio laboral", proponiendo la modificación de los capítulos que "impiden el despido libre". Además, la petición de rebaja salarial aleja a empresa y trabajadores, que estarían dispuestos a congelarse el salario dos ejercicios y a renunciar a ocho de sus días de descanso para adoptar la jornada laboral de 37,5 horas.

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