Granada

El Centro del Gallo tendrá que solventar cinco folios de deficiencias para ser legal

  • El Ayuntamiento tiene 10 días para presentar toda la documentación que le falta al edificio

El empeño por llevarse el centro de servicios sociales del Albaicín, (ubicado históricamente en la Plaza Aliatar) al Centro del Gallo podría costarle caro al Ayuntamiento de Granada. Tan caro como su cierre. El problemático edificio, que permaneció cerrado durante más de tres años pese a haber sido inaugurado en 2007, fue concebido inicialmente como zoco de artesanía pero una decisión política cambió el rumbo del inmueble convirtiéndolo de la noche a la mañana en un centro de servicios sociales.

Ocurrió en el año 2011 y desde entonces se han ido sucediendo las quejas de trabajadores y usuarios motivadas por la incomodidad de un edificio que incumple a todas luces las normas. La lista de deficiencias que ha detectado la Consejería de Salud en el edificio parece no tener fin. Cinco folios que ya han sido remitidos al Ayuntamiento y en los que se detallan todos los defectos que presenta el edificio.

Para empezar el servicio de inspección no tiene constancia de la autorización previa para construir el centro, el entorno en el que se ubica el edificio no es accesible, no es posible el acceso de vehículos hasta la puerta del centro, no consta la existencia de licencia municipal de apertura, los aseos no están adaptados, los pasillos tienen en determinadas zonas menos de 1,20 metros, los pocos extintores que hay no han pasado la revisión periódica, la rampa de la terraza de la planta alta no tiene barandilla... y así hasta enumerar más de 30 incumplimientos.

El pasado 23 de enero la Junta de Andalucía envió una misiva al Ayuntamiento en la que le otorga diez días de plazo para presentar toda la documentación requerida, de lo contrario "se le tendrá por desistido de su petición", esto es, no conseguirá la autorización administrativa que requiere el centro para funcionar. La inspección de la Junta de Andalucía no viene mas que a ratificar lo que los vecinos llevan años denunciando. El Centro del Gallo está pensado para ser un zoco de artesanía pero no está acondicionado para atender a usuarios con problemas de movilidad, con minusvalía o a ancianos que son, precisamente, las personas que utilizan con más frecuencia un centro de servicios sociales.

La concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, asegura que al inmueble se le han realizado las obras necesarias para poder funcionar como centro de servicios sociales y alega que a este tipo de centros "no solo van personas con movilidad reducida, también van niños a participar en talleres y personas sin problemas de movilidad" y añade más: "Desde arquitectura nunca hemos mandado nada a Sevilla. El Ayuntamiento tiene un plan de accesibilidad en el que se analizan todos los edificios municipales y sus características y la Junta nunca le puso pegas al Centro del Gallo". Nieto reconoce que el edificio tiene "singularidades" propias del barrio en el que se ubica que son consustanciales con la zona.

Hasta el año 2011 los servicios sociales del Albaicín se ubicaban en un edificio de la Plaza Aliatar. El centro era plenamente accesible y contaba con una parada de autobús en la misma puerta. Pero el Ayuntamiento decidió cedérselo a la asociación de vecinos del Alto Albaicín y desterrar a los servicios sociales al Centro del Gallo, pese a que los sindicatos amenazaron con denunciar al Consistorio en la Inspección de Trabajo por las deficiencias que presentaba este emplazamiento.

Ahora, los vecinos del Albaicín, Haza Grande, el Fargue y el Sacromonte adscritos a este centro, tienen que andar unos 800 metros tanto si se desplazan en coche o en autobús para poder encontrar el recóndito edificio. Esto para llegar, una vez que consiguen entrar se encuentran con una auténtica ratonera. De hecho, los propietarios de varios bares que hay alrededor del centro reconocen que son numerosas las personas que llegan a su negocio cada día perdidas incapaces de encontrar el edificio.

El grupo municipal socialista ha llevado varias iniciativas a la junta de distrito para buscar soluciones, pero con escaso éxito. Miguel Ángel Madrid, concejal del PSOE, cree que lo más razonable sería devolver el centro de servicios sociales a su antigua ubicación, con la que todos estaban de acuerdo. Para Francisco Puentedura, concejal de IU en el Ayuntamiento de Granada es incomprensible que el equipo de gobierno haga oídos sordos a las peticiones vecinales que claman por volver a tener un servicio de atención municipal al que, al menos, puedan llegar.

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