"En la mañana de hoy he hecho entrega en el registro de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Granada de una carta de renuncia irrevocable a mi cargo de presidente de la institución". Un día después de la celebración del pleno cameral en el que se acordó la creación de una comisión que analizará el conflicto laboral de la corporación y que se encargará de depurar responsabilidades, Javier Jiménez dimitió del cargo para el que fue reelegido hace ahora tres años. En un comunicado oficial, Jiménez, ya ex presidente de la Cámara, aseguró que su renuncia se produce después de una sesión plenaria que ha posibilitado "el funcionamiento ordinario de la institución" y que ha articulado "las medidas necesarias para el cumplimiento de la legalidad en todos sus extremos y, en especial, en las relaciones laborales de la entidad".

Desde que se desencadenó la crisis interna de la Cámara hace ya más de dos meses, Jiménez ya había advertido en varias ocasiones que se renuncia llegaría antes o después. "Creo que el momento era ahora", aseguró en declaraciones a este periódico, aunque la noticia haya sentado como una bomba en el sector empresarial, que ayer aseguraba que era toda una sorpresa. "Estaba esperando a que los órganos de gobierno de la Cámara se reunieran normalmente. Lo que querían es que estuvieran todos, que se pudiera hablar de la situación de la Cámara y eso ya lo hemos conseguido", indicó el ex presidente, que explicó que no cree ser la persona "idónea" para seguir liderando la institución por su "responsabilidad" en la crisis y en el conflicto laboral. "Considero que todos los miembros de la entidad somos responsables de lo ocurrido, pero como presidente de la Cámara creo que es mi obligación asumir en primera persona esa responsabilidad: cuando se produce una situación de desgobierno, cuando se produce una situación de división, cuando se adoptan decisiones que afectan a los legítimos derechos de unos trabajadores, es evidente que algo ha fallado en la presidencia de la institución".

Pocos se esperaban ayer esta reacción. Más aún cuando son muchos los empresarios y los miembros del pleno de la Cámara que consideran que la crisis interna aún no se ha solventado y que Jiménez se había comprometido a renunciar una vez que se depuraran todas las responsabilidades, incluida la del secretario general de la institución, Jaime Parra. Es más, fuentes cercanas a la Cámara aseguran que el hecho de que en el pleno del lunes no se procediera a la apertura de un expediente sancionador al secretario general, responsable del personal en su gestión como gerente, enardeció a muchos de los miembros del pleno, lo que podría haber acelerado la renuncia de Jiménez.

En cualquier caso, esa sorpresa entre el empresariado queda clara en las declaraciones que ayer realizó el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, que expresó su "máxima preocupación" por la noticia. "La dimisión ha sido una absoluta sorpresa ya que no se corresponde con el compromiso realizado por Javier Jiménez a los miembros del pleno de la Cámara de Comercio de mantenerse al frente hasta que se depurasen las responsabilidades por las posibles actuaciones irregulares". Cuerva, que asegura desconocer "los motivos que hay detrás de una decisión que afecta negativamente a la Cámara de Comercio", recordó que la institución se encuentra "en un momento delicado en el que todos tenemos que dar lo mejor de cada uno de nosotros y en el que por encima de los intereses personales debe prevalecer el interés colectivo y el de las instituciones".

Precisamente esa ha sido la crítica más común a la actuación de Javier Jiménez. La pregunta que ayer se hacían muchos de los empresarios granadinos relacionados con la institución era por qué ahora. Al margen de los rumores de posibles pactos y contrapactos, fuentes empresariales apuntaban ayer que la renuncia ha llegado justo después de que el ya ex presidente "limpiara su nombre" y se quedaran atrás las acusaciones del sector crítico con Jiménez sobre las supuestas irregularidades en el contrato de los routers, toda vez que el pleno del lunes ratificó que no hubo ninguna ilegalidad. "Son muchos los empresarios que hicieron el lunes un esfuerzo por ir a la reunión, por apoyar a Javier para arreglar las cosas... Y ahora se ha ido sin encomendarse a nadie. La gente esperaba que cerrara esta crisis", aseguran las fuentes.

Las críticas más contundentes llegaron, en forma de misiva, de la vocal del pleno y contrincante de Jiménez en las últimas elecciones, Encarna Ximénez. En un escrito que tampoco sentó bien en todos los sectores empresariales, Ximénez aseguró que la dimisión de Jiménez no puede considerarse un ejercicio de responsabilidad, sino "una huida hacia atrás". Ximénez le espeta al ya ex presidente haberse marchado cuando se ha asegurado "una salida triunfante" de la institución. "Pero no lo has decidido, no tenías otra salida, aunque deberías haber esperado a solventar la situación que tú mismo has provocado", le recrimina Ximénez en su carta, en la que asegura que no todos los miembros del pleno son responsables de lo ocurrido y que la situación de desgobierno, surgida de la división con su propio Comité Ejecutivo, es responsabilidad suya. "El que te vayas no te exime de la responsabilidad de los errores que hayas podido cometer y que, ahora, pareces querer imputar a una sola persona", asegura la empresaria según el escrito al que ha tenido acceso Granada Hoy.

Aunque no hayan quedado claros los tiempos, las razones y los argumentos, de lo que no hay duda es de que la crisis interna de la Cámara de Comercio aún está lejos de solucionarse. La recién creada comisión que se encargará de resolver el conflicto laboral de la Cámara, analizando uno por uno la situación individual de cada empleado y determinando si el ERTE se aplicó como debía, tiene un largo trabajo por delante. Aunque en el pleno del lunes, en teoría, se determinó que la sesión del 11 de septiembre de 2012 en la que aprobó el proceso de regulación no fue legal porque no hubo quórum, ayer el secretario general de la institución, Jaime Parra, insistió en que la sesión sí se celebró, el acta está aprobada y que, al margen de las reclamaciones de los trabajadores, el ERTE se aplicó correctamente. Además, Parra aseguró que el conflicto laboral ha sido "una cortina de humo" para desprestigiar su labor al frente de la institución.