El Consejo de Gobierno aprobó ayer una nueva regulación de las ayudas que concede la Junta para complementar las becas Erasmus de los estudiantes universitarios, cuya cuantía se determinará en función del coste de la vida del país de destino.

La nueva regulación, según explicó el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, introduce criterios de "mayor equidad" ya que "no es lo mismo que la estancia sea en Londres que en Bulgaria", señaló Vázquez, que enfatizó que se trata de una cuestión de "racionalidad y sentido común". Así, la determinación del poder adquisitivo de los países de destino tendrá como referencia los datos que sobre esta materia publica la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat.

Sin embargo, los propios erasmus esgrimen que en un mismo país puede haber ciudades mucho más caras que la media. En este sentido, Alberto Ríos esgrime que "por ejemplo, en Italia puedes ir a Nápoles, que tiene un nivel de vida más asequible, o a Roma o Milán, donde los precios son mucho más altos", por lo que tener en cuenta la media nacional puede perjudicar a los que tengan como destino ciudades más grandes.

Hasta ahora, la beca Erasmus se ha financiado con una aportación de la Unión Europea de 105 euros por alumno y mes de estancia; otros 150 euros mensuales del Ministerio de Educación hasta un máximo de ocho meses y 272 euros por parte de la Junta hasta un máximo de nueve meses. Está previsto que el próximo curso se beneficien de este programa 4.161 universitarios de la UGR.

Preguntado sobre si la Junta está "al día de los pagos" de estas ayudas, Vázquez recordó que la Administración andaluza no abona directamente los complementos a los beneficiarios, sino que son las universidades las que lo hacen. "La Junta, que yo sepa, ha traspasado los fondos pertinentes a día de hoy a las universidades", indicó el portavoz. En este sentido, apuntó que "puede haber problemas de tesorería que pueda tener puntualmente alguna universidad" por la crisis.

Sin embargo, miembros del colectivo Erasmus 2011/2012 de la UGR -que reclaman que se les abonen las cuantías tal y como estaban estipuladas cuando se presentaron a la convocatoria- explican que "lo único que está claro es que la gente no recibe el dinero" comprometido.