Granada

Sin vuelo y sin dinero medio año después

  • Ramón Ubric, uno de los afectados por el cierre de Hispania Airways, la compañía más fugaz de la historia de la aviación granadina, sigue sin cobrar la indemnización de sus vuelos

Ramón Ubric tenía previsto pasar los últimos días de diciembre en Roma con su pareja y finalmente así lo hizo pero volando con Vueling y no con Hispania Airways como había previsto. Él fue uno de tantos afectados por el cierre de la compañía con base de operaciones en Chauchina, la más efímera de la historia de la aerostación granadina. Además del sofoco inicial y de todos los contratiempos acarreados, el problema es que siguiendo las indicaciones de Hispana adquirió los segundos billetes para volar a la ciudad eterna pensando que les serían reembolsados y por ahora no ha recibido ni un céntimo y no sabe tampoco si lo recibirá.

Él pagó por los dos vuelos de Hispania para volar de Granada a Roma el día 27 de diciembre y regresar el 30 de ese mismo mes 440 euros. Y por los que compró posteriormente a Vueling de Málaga a Roma, 529 euros. Pero por ahora lo único que ha recibido ha sido una carta de la Junta de Andalucía confirmándole que tiene comunicación de su queja, pero ni rastro de los 969 euros.

Tan solo dos semanas estuvo Hispania operando en el Aeropuerto Federico García Lorca: del 6 de diciembre hasta el 21 de ese mismo mes, cuando anunció la cancelación de todos sus vuelos por falta de ocupación y que sería vendida a un grupo de inversores americano. El fugaz director, Luis Araque, aseguró entonces que la intención del nuevo comprador era seguir volando y anunció que la anulación de los vuelos se había debido a la falta de ocupación y que el grupo comprador se haría cargo de devolver el dinero y de las reclamaciones que se presentasen.

Pero el mismo presidente de aquella compañía aérea que se presentó oficialmente arropada por la mayoría de las instituciones y con la presencia destacada de miembros de la Diputación y del Ayuntamiento de Granada, aquel que aseguró que Hispania Airways llegaba a Granada para ocupar un nicho de mercado que estaba disponible en una provincia con un enorme "potencial turístico", no ha cumplido su palabra todavía.

"Aunque al principio cogían el número de teléfono que facilitaron y recibí un primer correo electrónico el 5 de enero en el que decían que estaban tramitando los datos que yo les había hecho llegar, no volví a tener ninguna noticia más ni después volvieron a coger ese teléfono de atención al público", explica Ubric, que en febrero se dirigió a la oficina del consumidor de Guadix en vista del fracaso de sus gestiones.

Y las que han realizado allí tampoco han dado todavía fruto. El responsable, Francisco Rivas, explica que el expediente está abierto y que no se puede anunciar nada. Por lo pronto lo único que han conseguido Ubric y su pareja ha sido la carta de la Junta de Andalucía de principios de abril a nombre de su novia diciendo que tenían conocimiento del caso. "Rivas nos dice que estas cosas tardan en tramitarse y que la carta es buena señal. Yo por ahora lo que he visto en las redes sociales es que ningún afectado había cobrado".

Aunque las instituciones no escatimaron en piropos cuando se anunció el proyecto en el patio central de la Diputación de Granada -el alcalde destacó la iniciativa, que "arriesga y apuesta por Granada sin más apoyo institucional que el de las campañas de promoción turística" y presidente de la Diputación apuntó que la compañía también tenía pensado "abrir una Escuela de Pilotos y otra de azafatas"- a partir del 6 de diciembre optaron por un discreto silencio para pasar de largo sobre el rocambolesco asunto.

Javier Cejuela, presidente de Facua Granada, se muestra menos prudente. "Una compañía aérea no puede operar sin llegar a un acuerdo con alguna administración, y esta también tiene sus responsabilidades", asegura el experto en consumo, que reconoce que el asunto es complejo y que hasta la fecha él todavía no había investigado el tema porque pensaba que todo estaba resuelto. "No descarto que los afectados tengan que emprender acciones judiciales si por la vía civil no se logra y cobrar", explica Cejuela sobre la indemnización que sí está en el aire seis meses después.

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