Granada

La revuelta vecinal contra Calor y Café

  • Los vecinos del Barrio de la Cruz finalizan sus rondas nocturnas de protestas contra el traslado pero advierten que continuarán Surge una plataforma a favor de la ONG

Cuando la ONG Calor y café decidió cambiar de sede no imaginó el calvario que eso iba a suponer a sus integrantes ni el rechazo que su proyecto iba a despertar entre los vecinos del Barrio de la Cruz, que comenzaron una campaña sin precedentes. Aunque el Ayuntamiento de Granada cedió a la asociación de ayuda humanitaria una parcela en este barrio para construir una nueva sede que ofreciera más servicios, la presión de los vecinos hizo que el gobierno municipal se desdijese. Sin embargo, la casualidad quiso que el local por el que optaron en régimen de alquiler se encontrara también en los lindes de los dominios de esta asociación de vecinos, que cuando pensaba respirar tranquila decidió volver de nuevo a la carga.

Eso fue hace un año, y desde entonces las movilizaciones se han mantenido y recrudecido: de los ataques a las instituciones y responsables políticos que no impiden el traslado pasaron a los ataques al arrendador del local e incluso a la prensa que cubría sus manifestaciones, tal y como reconoce la propia presidenta de la asociación de vecinos, Manuela Hernández. "Nosotros no apoyamos y condenamos estos comportamientos violentos", comenta Hernández, quien achaca la reacción exaltada de algunos vecinos al malestar que sienten ante el traslado.

"Nosotros sólo estamos haciendo uso de nuestros derechos, por eso nos manifestamos", comenta la presidenta sobre las rondas nocturnas que han estado realizando varias decenas de vecinos por el barrio como muestra de rechazo.

En esas rondas, los vecinos curiosamente han hecho suyos algunos de los lemas del 15-M, como el clásico "no nos mires, únete", aunque en general el tinte populista de las manifestaciones es más proclive a refranes del tipo "por dinero baila el perro", uno de los más repetidos.

Aunque la presidenta y otros de los integrantes de la movilización niegan que las quejas sean contra el propietario del local, lo cierto es que se ha convertido en la diana de las protestas e incluso sabotajes, como el vertido de pegamento en las cerraduras. "El alcalde nos ha dicho que él no puede hacer nada porque se trata de un acuerdo entre dos particulares y ahí no puede mediar, pero tenemos mucho miedo", dice Manuela Hernández tras lograr imponerse a los comentarios de varias de las vecinas: "Es una calle muy estrecha y hay varios centros para niños y jóvenes. Son personas que están en rehabilitación, no quieren horarios y se quedarán deambulando por el barrio", cuenta Hernández, quien explica que si bien el permiso para estas manifestaciones terminó este jueves tienen intención de seguir manteniendo reuniones con el alcalde y realizar nuevas muestras de protesta, como cortes en la Carretera de Jaén.

Ante la presión, el arrendador intentó romper el acuerdo con la ONG aunque finalmente, vía judicial, lo tuvo que mantener, explica la presidenta de Calor y Café, Ana Sánchez, quien señala que no esperaban esta reacción de los vecinos ni sabían que este segundo local pertenecía también al barrio, pero que quieren una oportunidad. "Nosotros llevamos muchos años en el centro y no ha habido problemas", dice Sánchez, que pone como ejemplo otra ONG que hay cerca de la futura sede y contra la que también se manifestaron en un principio los vecinos del Barrio de la Cruz, Hogar 20. "Nosotros no tenemos nada de qué defendernos, sólo hacemos una labor de ayuda. Lo sentimos por la familia que nos ha alquilado el local".

Tanto movimiento ciudadano ha generado el traslado que han surgido dos plataformas, una contra la mudanza de la ONG pero otra de apoyo a la misma. "En muchos barrios de Granada hay asociaciones de este tipo, como en San Juan de Dios en la calle que lleva este nombre, Madre de dios en el Realejo o Regina Mundi en Arabial, y no hay este rechazo. Esto es incomprensible", cuenta Loli Ortiz, integrante de la Asociación de Derechos Humanos, una de las ONG que forma parte de esta última plataforma, que se fundó la semana pasada como plataforma on-line y tuvo ayer su primera reunión en la sede de Derechos Humanos para pedir más implicación de las instituciones y los grupos políticos en este problema.

"Queremos hacer hincapié en la responsabilidad que tienen las administraciones, en particular el Ayuntamiento, de dar respuestas a las situaciones de exclusión con políticas sociales igualitarias, garantizando a través de sus prestaciones sociales básicas, el fomento de la convivencia y la integración social, creando los recursos necesarios para este fin", manifestaba ayer la plataforma en un comunicado emitido tras la reunión.

Por ahora, las acciones que ha emprendido esta plataforma -integrada por Asociación Pro derechos humanos, ASPA, Granada Acoge, Traperas de Emaús, FIARE, Fondo de Solidaridad, Comunidades Cristianas populares, entre otros, y vecinos del Barrio de la Cruz- son la apertura de una página en Facebook para ir mostrando el apoyo, "tanto personal como de colectivos, e ir desmontando con experiencias, los temores y recelos de algunos vecinos". También ha iniciado una campaña de recogida de firmas en la web de Change.org, en el que se invita a apoyar la instalación de Calor y café en el Barrio de la Cruz.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios