La incredulidad es lo primero que sale a relucir frente a números positivos en lo que al mercado laboral se refiere. Pero así es. Un total de 2.307 contratos fueron convertidos en indefinidos en la provincia entre enero y mayo, lo que supone un 19,7% más respecto al mismo periodo de 2012. Aun cuando las halagüeñas cifras colocan a Granada a la cabeza de España por aumento de transformaciones, la arraigada temporalidad sigue golpendo a los trabajadores.

El último informe de Ranstad, en base a los datos del Servicio Estatal de Empleo (SEPE), arroja cierta luz en las estadísticas recogidas sobre contratos convertidos en indefinidos. En términos absolutos, 380 trabajadores más que el año pasado han experimentado una mejora en su estabilidad laboral. De esta forma, Granada se destaca del resto de provincias andaluzas y españolas, con una tasa de aumento en torno al 20%, seguida por Cádiz, tres puntos por debajo.

Pero no es oro todo lo que reluce, o eso parecen pensar los sindicatos. Desde UGT su secretaria general en Granada, Manuela Martínez, rechaza una valoración positiva del estudio al considerar que "la contratación no sólo se ha reducido, sino que se mantiene en cifras negativas". Martínez remarca además que la provincia registra una temporalidad laboral del 96%, y que las condiciones laborales precarias continúan siendo altamente precarias.

No obstante, en relación con la comunidad autónoma, los datos granadinos se sitúan muy por encima de la media andaluza, con expectativas no tan signifiativas para los trabajadores. Aún así, Andalucía también ha visto aumentado el número de contratos convertidos en indefinidos, pero en una proporción inferior.

Con un 7% más de contratos convertidos en indefinidos, Andalucía se sitúa en la sexta posición estatal por aumento en los mismos en relación a 2012. Extremadura, con más del 14%, lidera el ránking nacional. Mientras que Cantabria, con una bajada de más de 12 puntos, protagoniza la lista por la cola.

En cifras totales, 21.400 contratos andaluces se transformaron en indefinidos desde inicios de año hasta finales de mayo. En este sentido uno de cada 10 fue formalizado en Granada, que en términos absolutos se enmarca por detrás de Málaga y Sevilla. Ubicación lógica considerando el mayor volumen de población de ambas provincias.

Respecto al tipo de contrato estudiado, el examen de Ranstard se centra en los contratos de obra o servicio; eventuales por circunstancias de la producción; interinidad; temporales de personas con discapacidad; de relevo; sustitución por jubilación; prácticas y formación, que fueron convertidos en indefinidos.

De esta forma, queda patente que en términos relativos Granada presenta una alta tasa de crecimiento de contratos convertidos en indefinidos durante los primeros meses del año. Uno de cada cinco contratos eventuales fue transformado en la provincia, abriendo una pequeña brecha de esperanza en el desolador panorama laboral, cuya tasa de desempleo supera los 100.000 parados y con unos niveles de temporalidad rozando el 100% en los nuevos contratos.

Finalmente, las desalentadora situación se repite igualmente a nivel estatal en la proporción de contratos transformados en indefinidos, con un 0,4% menos. Así pues, Granada aventaja sobremanera a la media nacional.