Fajisa echa el cerrojo definitivamente. La sede de Renault de la empresa granadina cambió ayer su habitual ritmo de trabajo por el de un ir y venir de trabajadores desesperanzados que a media mañana decían adiós al concesionario. 84 de los 102 empleados que conforman la plantilla firmaron la carta de despido.

Los 18 restantes vivirán el último renqueo de la empresa, ya que permanecerán en su puesto dos semanas más, un tiempo en el que la actividad será casi nula. Pero tampoco queda para ellos luz al final del túnel porque seguirán el camino de sus compañeros a partir del 5 de agosto. El máximo responsable de Fajisa y el director financiero han agotado todas las posibilidades de ayuda que podía ofrecer la firma Renault España, la única capaz de salvar de la quiebra a la empresa.

"Todavía parece quedar esperanza, pero nosotros lo vemos casi imposible", explicó a Granada Hoy Manolo Moya, uno de los mecánicos de la empresa que forma parte del último grupo que saldrá por las puertas del concesionario situado en las inmediaciones de carretera de Córdoba.

Sus directivos serán los últimos en abandonar una empresa que fue puntera en Granada, una vez que los administradores concursales exijan la firma del concurso de acreedores a liquidación total que la empresa declaró finalmente.

La mayor parte de la plantilla, que además reclaman el 70% de la deuda del mes de febbrero que se les debe, se concentró ayer "pacíficamente" como símbolo de apoyo mutuo y en vistas a organizar una concentración programada cuya fecha fijarán próximamente. Además, a gran parte del personal no les ha sido abonado determinadas fracciones de pagas extraordinarias, sobre todo los del concesionario, que lleva en concurso de acreedores desde el 19 de marzo.

Ante esta situación, el futuro de los trabajadores se presenta harto complicado. Iniciarán en estos días el proceso judicial que estime el reconocimiento de la deuda que acumula favilas y harán efectivo su despido ante los tribunales. El incumplimiento de los acuerdos salariales, sumado a la falta de convenio son las causas que han llevado ya a algunos ex empleados al juzgado.

Un año después de que la empresa decidiera canalizar su deuda en un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), el destino último acordado ha sido finalmente el concurso de acreedores. Los trabajadores empezaron a ver reducidas sus jornadas de trabajo debido a la no liquidación de una importe deuda que supusiera la retirada de apoyo de Renault España. Perdían así el último apoyo que podría refutar a Fajisa.

La firma se niega a emerger una empresa que ha "desviado" sus fondos a la creación de otros negocios. Estos fueron motivados por la proliferación económica del sector inmobiliario y la hostelería en años de bonanza.

A la caída de Fajisa en Granada se une la de Rombalcar, la red de concesionarios de Almería, y una de las causantes de la gran deuda que acumula la entidad granadina.