Los becarios universitarios que realizan prácticas académicas externas deben ser dados de alta a la Seguridad Social por sus empresas. Una medida positiva para unos y negativa para otros, pero lo cierto es que a partir de ahora las empresas tienen la obligación de cotizar por sus becarios en prácticas. Esta cotización no servirá de cara a un hipotético desempleo, pero sí que contará de cara a la futura jubilación.

La medida, que se publicó el pasado 30 de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) tras la resolución de la Tesorería General de la Seguridad Social, tiene carácter retroactivo y afectará a todos los becarios que lleven en sus empresas desde el pasado 28 de junio. En el caso de la Universidad de Granada, esta nueva medida puede afectar a más de 2.000 alumnos que forman parte de los convenios firmados entre la UGR y empresas.

Desde la Coordinadora Sindical Estudiantil ven esta nueva noticia de forma positiva para los alumnos, aunque admiten que aún no la han estudiado en profundidad. "Creemos que defiende el derecho de los alumnos de hacer prácticas que no sean precarias", explica Francisco Hidalgo, miembro de la asociación.

También lo ven positivo los alumnos implicados, aunque lo toman con cautela. Marta González, estudiante de Biblioteconomía y Documentación de 21 años que hace prácticas en el Archivo-Museo de San Juan de Dios, espera que esto sea bueno para ella y sus compañeros. "Creo que está bien porque hacemos el trabajo como los demás empleados". Eso sí, la noticia, pese a ser firme en el BOE, de momento parece más bien un rumor. "No sé bien cómo nos afectará a los alumnos", explica esta becaria.

También parece una medida positiva para algunas empresas, aunque no para todas. El jefe de relaciones laborales de una compañía de Granada afirma que esto es positivo para los alumnos, y que también puede ser motivador para que se decidan a hacer prácticas y ampliar sus conocimientos de una forma más práctica. "Creo que esto es bueno en todos los sentidos", afirma, a la vez que explica que ellos, a sabiendas de una sentencia del Tribunal Supremo de mayo que permitía esta cotización, llevan desde esa fecha dando de alta a sus becarios en la Seguridad Social. "Cuando fuimos por primera vez no sabían hacerlo", recuerda.

Esta empresa afirma que para el contratante "no son muchos costes extra". Opinión sobre la que difiere Rafael Peregrín, coordinador del Centro de Promoción de Empleo y Prácticas de la UGR. "Es un faenón para los alumnos ahora mismo", afirma en una percepción "totalmente personal". Según Peregrín, esto sí que supondrá un coste añadido a las empresas, por lo que cestas podrían optar por aceptar a menos alumnos becarios o que esto vaya "en detrimento de la cantidad que reciben los estudiantes".

Así, entre pros y contras, y poca información por parte de empresas y alumnos sobre lo que deben hacer, el próximo 30 de septiembre es el límite para que las compañías se pongan al día con las cotizaciones de sus becarios.