Granada

Centro Comercial Neptuno: un desierto en medio de la capital

  • La escasa oferta de ocio y el cierre de locales hacen que se desplome el número de clientes El punto fuerte sigue siendo la ubicación de las instalaciones Desde el día de su inauguración siempre ha apostado por el pequeño comercio

Un centro comercial "fantasma". Al menos así lo perciben algunos de los asiduos a las instalaciones del Neptuno. "Sólo hay que darse un paseo para ver que no hay un alma" explica Antonio Serrano, cliente de uno de los comercios ubicados en el edificio. Tras más de veinte años de actividad, los pasillos han visto descender el número de visitantes de forma paulatina a la vez que múltiples escaparates han colgado el cartel de liquidación o, directamente, el de cierre.

Son pocos los locales que siguen teniendo la actividad de antaño o cuanto menos pueden mantenerse en pie sin verse obligados a echar la persiana. "Poco a poco han ido cerrando casi todas las tiendas que abrieron con el centro comercial", asegura Serrano, que añade que la poca oferta de ocio ha hecho mella en unas instalaciones que se han quedado obsoletas y donde hay "poca variedad de actividades", de manera que muchos granadinos prefieren desplazarse a áreas "más atractivas aunque tengan que coger el coche para llegar".

La propietaria de una de las tiendas del centro comercial, en liquidación por cierre después de trece años de actividad, asegura que tanto la crisis como el declive de las instalaciones han hecho que muchos comercios se vean obligados a echar el cierre. Y es que la cantidad de compradores que en un principio abarrotaban el edificio se ha visto mermada y se han llegado a "reducir las ventas hasta en un 70%", de forma que sólo queda la "gente del barrio de toda la vida", apunta T.A. que confía en que mejore la situación de cara al futuro, aunque para ello debería de fomentarse el "diálogo con el pequeño comercio".

El centro comercial, que siempre se ha caracterizado por albergar tiendas locales tiene que luchar contra gigantes como Inditex, que se ubican a sólo unos metros en las calles comerciales más transitadas de la ciudad. Sin embargo, puede ser "un punto a su favor al diferenciarse del resto" de comercios que llenan las principales vías y centros comerciales. "No a todos les gusta vestir igual como si fueran borregos" afirma la propietaria.

Tanto clientes como trabajadores coinciden en que la localización del centro comercial es inmejorable, y deberían explotarse mejor todas las posibilidades de las instalaciones, que sin estar entre las más grandes de la provincia "podrían estar mucho mejor aprovechadas" según Miguel Navarro, cliente eventual de los cines que se ubican en la plata baja.

"Tamaño, buena comunicación y aparcamiento" son los puntos fuertes de Neptuno para Navarro, que admite ser más asiduo a otros centros comerciales donde se ofrece "mayor variedad" para hacer sus compras habituales. Este cliente achaca la reducción de ventas a que "más de la mitad de negocios han cerrado", como si de una cadena se tratase, "al cerrar más comercios hay menos variedad de tiendas y atraen menos a la gente", explica.

Sin embargo, no todos coinciden a la hora de marcar las pautas a seguir. El impulso de grandes marcas para recuperar la actividad en Neptuno es según Navarro la opción más fácil y rápida. Sin embargo, para algunos propietarios se perdería la esencia del centro comercial.

La vida nocturna del edificio "atrae a más gente que los comercios", defiende Navarro, que mantiene que la discoteca y los cines son los grandes "protagonistas" de Neptuno. Para este cliente la nueva línea estratégica del centro comercial debería dirigirse hacia cadenas comerciales o franquicias que "atraen a más a la gente".

La atención personalizada caracteriza a estos pequeños establecimientos, "no tendrían sentido unas instalaciones con las mismas tiendas que hay a dos pasos en Recogidas", apunta uno de los comerciantes, que confía en que a la clientela le gusta que haya distinta oferta. "La situación a la que hemos llegado ha sido consecuencia de un compendio de cosas", asegura la propietaria T.A., que mantiene que el declive del centro comercial a afectado al cierre de locales, pero también la crisis o incluso la situación económica de algunos proveedores.

"La guerra de los precios" es uno de los factores que más han afectado al pequeño comercio localizado en Neptuno según T.A. Y es que "la gente ahora quiere cosas mucho más baratas", de manera que los que trabajan el producto nacional no pueden bajar los precios al nivel de los artículos de grandes franquicias o aquellos que comercializan productos de "usar y tirar", donde prima el precio en detrimento de la calidad.

M.S., empleado de uno de los establecimientos del centro comercial, que lleva trabajando en esta tienda desde que abrió el edificio en 1992, afirma que aunque han cerrado comercios y han decaído notablemente las ventas, "la oferta de productos es muy variada".

Asimismo, este empleado mantiene que "a años vista el centro comercial sobrevivirá". Aunque no cree que se alcancen las cifras de ventas iniciales "un impulso potente como una gran cadena de supermercados atraería a la gente en el día a día al centro comercial" afirma.

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