La tasa de reposición impuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy va camino de convertirse en uno de los principales problemas de la Universidad de Granada. En el inicio del curso académico, el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, ya manifestó su desacuerdo con la limitación a la hora de contratar docentes en la Universidad. Esta situación se agravará en los próximos años, por cuanto que si no se da marcha atrás, podría suponer que se amorticen más de 250 plazas de profesor.

El pasado curso se jubilaron en la UGR unos 60 docentes. Con la tasa de reposición únicamente puede contratarse a seis. Si en los próximos cinco años se mantiene tanto la tendencia, abandonarán las aulas unos 300 profesores y únicamente se cubrirán 30 plazas. Es el cálculo que ayer expuso el profesor Francisco Herrera, del Departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería Artificial, que incidió en que los nuevos doctorandos no encuentran salidas en España y se ven obligados a salir al extranjero, una situación que es normal dentro de la formación de un científico, pero que en el caso de los que salen de la UGR lo hacen sin ninguna expectativa de poder volver, una situación que, como ya anunció el rector, puede suponer que en unos años haya déficit de docentes bien formados.