Granada

Los científicos reclaman más fondos para no retroceder dos décadas en investigación

  • Defienden que es la única vía para salir de la crisis ya que permite mejorar la rentabilidad de las empresas Piden que el presupuesto estatal aumente para el próximo año para "al menos, sobrevivir"

La ciencia se ahoga. Es el motivo que está detrás de la movilización de un colectivo de científicos de la Universidad de Granada y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ayer hicieron pública la situación de asfixia que se vive en la comunidad investigadora de la provincia y anunciaron para mañana jueves una jornada de movilización en favor de que se aumente la dotación presupuestaria destinada a la ciencia.

En los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) la partida destinada a investigación, desarrollo e innovación civil se lleva 5.714,2 millones, mientras que innovación militar tiene adjudicados otros 506,9 millones. Estas cuantías son "insuficientes" para los siete representantes de la comunidad científica que ayer presentaron la movilización que tendrá lugar mañana. En este sentido, Roque Hidalgo, del Departamento de Física Aplicada de la Facultad de Ciencias de la UGR, incidió en que "creemos que el sistema está en peligro prácticamente de desaparecer". Los recortes en ciencia tendrán, así, consecuencias que los propios científicos consideran nefastas. Según valoró Hidalgo, estos presupuestos suponen retrotraer la inversión en investigación y desarrollo dos décadas atrás, "un error", según expuso Darío Acuña, del Departamento de Fisiología.

Aparte de instar tanto al Gobierno central como al de la Junta -que próximamente dará a conocer sus presupuestos- a reforzar con inversiones al ámbito científico, los representantes de universidad y CSIC también defendieron la validez de su trabajo. "No pedimos más presupuesto para jugar a los marcianitos", se justificó Hidalgo, que insistió en que el trabajo que se desarrolla en un laboratorio tiene luego su repercusión en el mundo real. "Nuestro trabajo sirve para satisfacer nuevas necesidades. No hay prácticamente ningún producto que no tenga detrás un proyecto de I+D".

Por eso buena parte de la iniciativa que tendrá lugar mañana jueves en el Aula Magna de Ciencias (19:00 horas) será para que los propios científicos justifiquen ante la sociedad la validez de su trabajo y "por qué el contribuyente debe apoyar la innovación y el desarrollo. En ese acto queremos dar razones".

Así, cada uno de los doce científicos que intervendrán en representación de prácticamente todas las facultades de la UGR en las que se realiza investigación científica se expondrán esos argumentos. También está previsto que los asistentes también tomen la palabra.

Una de las principales razones que sostienen la viabilidad de la ciencia y la necesidad de más inversiones ya se puso sobre la mesa ayer. "Es económicamente rentable", alegó Hidalgo. "Somos y nos sentimos útiles". La producción científica en Granada supone un 4,7% del Producto Interior Bruto de la provincia y da sostén a las empresas que se benefician de los avances que se realizan en los departamentos y ganan en competitividad. "Es lo que han hecho en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, y en Corea del Sur", explicó Darío Acuña.

El camino tomado en España -y también en Granada- es diametralmente opuesto al de estos dos países asiáticos. "Los recortes han obligado a los investigadores a abandonar el país", señaló Roque Hidalgo, que insistió en que el dinero sí importa por cuanto que "repercute en la calidad de la investigación". La primera consecuencia de la actual política, denuncia, es que "proyectos que estaban en marcha se han paralizado".

El problema de financiación con el que se encuentra ahora la comunidad científica tendrá, explican secuelas. Un dato. En diez años se ha reducido la partida destinada a becas de investigación y desarrollo un 40%. "Si no se permite que los jóvenes se incorporen se pone en peligro" el desarrollo del sistema científico. Este año, por lo pronto, no se ha convocado ninguna beca del Plan Estatal de Investigación 2013/2016 -por el que pasa el cien por cien de los investigadores españoles- ni de proyectos, expuso Francisco Herrera, del Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Desde la Junta todavía no se ha pagado lo que se adeuda a los investigadores del pasado año -cuantía que en estos meses de atrasos abona la propia UGR de sus fondos- y no se han convocado más proyectos del Campus de Excelencia CEI BioTic.

Esta situación supone "volver muchos años atrás". En concreto, los científicos valoran que se puede retroceder a la situación de hace dos décadas. Para evitar esta situación, desde la UGR y el CSIC se pide al Gobierno recuperar los niveles de financiación pública existentes en 2009. También se pide la eliminación de los límites de la tasa de reposición de empleo público en el sistema de I+D+i. Además, se solicita que se dote de recursos suficientes al Plan Estatal de Investigación para "evitar el colapso" y la creación de una Agencia Estatal de Investigación. Estas reclamaciones son las que recoge el Colectivo Carta por la Ciencia, en el que están integradas instituciones como la Confederación Española de Sociedades Científicas, la Conferencia de Rectores, sindicatos, plataformas de investigadores.

La comunidad científica granadina la integran más de 2.000 docentes que trabajan en la Universidad de Granada, a lo que se suma la plantilla del CSIC en los cinco centros de investigación que tiene en la provincia, que asciende a 659, de los que 303 son funcionarios y otros 356 son personal laboral. Este número es un 8% menos que hace año y medio, cuando el personal del CSIC en granada era de 717.

La comunidad de científicos se completa con otros 1.500 becarios con contratos de distinto tipo, explicó ayer Francisco Herrera.

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