Las agresiones sexuales en el ámbito familiar siguen siendo invisibles para la sociedad pese a ser uno de los eslabones de la violencia machista. Así lo considera la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Soledad Ruiz, la cual concretó ayer que sólo en Granada 48 mujeres víctimas de este ataque y un familiar de una de ellas, han pedido ayuda al organismo en el primer semestre del año. En total, el Servicio de Atención a la mujer prestó asistencia jurídica y psicológica a 457 mujeres en Andalucía y 142 personas de su entorno familiar en el mismo periodo.

El 51% de las agresiones sexuales en la comunidad se producen en el entorno familiar y en el 53% se produce de forma reiterada. Frente a esta realidad, Soledad Ruiz incidió en la importancia de prevención y detección precoz, especialmente en el procedimiento de actuación por parte de la víctima, sus familiares, así como los profesionales que cada día se enfrentan a tan repetida situación. Con este objetivo se desarrollan cada año en toda Andalucía las jornadas 'Violencia sexual: conoce, detecta y actúa', que se inauguraron ayer en Granada, como parte del itinerario de esta semana que ha organizado el Instituto Andaluz de la Mujer junto a la Asociación de Asistencia a Mujeres Víctimas de Agresiones Sexuales (Amuvi) y que, según Ruiz, ha desbordado todos los pronósticos de participación.

Ayer, 130 profesionales del ámbito médico, jurídico o psicológico, así como ciudadanos comprometido con este complicado rompecabezas, formaron parte de dos ponencias y una mesa redondea de debate, en las que se profundizó tanto en los aspectos procesales de los delitos contra la libertad sexual, como en la asistencia psicológica que se ofrece a las víctimas para su recuperación ante un determinado caso de violencia.

"Es imprescindible llamar la atención de la ciudadanía ante esta situación y también reciclar a los profesionales", comentó Soledad Ruiz. Por ello, entre miles de ideas que ayer se pusieron sobre la mesa, incidieron especialmente problemas como la invisibilidad social con la que vive actualmente esta situación, la confusión que tienen algunos profesionales jurídicos, pese a estar bien especificado en el Código Penal y especialmente el procedimiento que la ley debe seguir para ayudar a la víctima. En el aspecto psicológico, se abordaron cuestiones como la recuperación de las mujeres y sus familiares. Todas ellas han pasado por unas condiciones que han desencadenado daños morales muy difícil de contraatacar.

Susana Ruiz cree que este tipo de actividades son fundamentales en la búsqueda de una erradicación definitiva de las agresiones sexuales, y la violencia machista en general. "El saber que hay un servicio de atención especializado, que hay profesionales que se preocupan por el bienestar de las víctimas es muy importante para acabar con esto. Yo les decía en la mesa a los profesionales que ayudando a prevenir a estas personas, también proyectan una buena imagen a la sociedad", comentó la directora del organismo. Además, los encuentros formativos se complementan en todas las ciudades con la edición de una guía de actuación contra la violencia sexual, que contiene información sobre este tipo de agresiones, sus diferentes manifestaciones, las pautas de prevención y actuación para cualquier mujer que pueda sufrirla.

Así, la cifra de afectados continúa inerte cada año, sin que se observe un atisbo de mejora. El Servicio de Información Jurídica, Asistencia Legal y Atención Psicológica a mujeres víctimas de violencia y/o abuso sexual, que desarrolla el IAM ha atendido desde que éste se puso en marcha en 2002 a más de 3.600 personas, 331 de ellas en Granada.