Granada

Una casa por horas para cocinar y hacer la colada

  • La ONG pone en marcha un nuevo recurso de ayuda a las familias

Hay personas que por la crisis se están viendo en situaciones inimaginables hace apenas una década. Hasta el punto de que no tienen para pagar la electricidad y por tanto se hace difícil realizar con asiduidad labores tan básicas y necesarias como hacer la comida o la colada. Además, se suma el hecho de que muchas de las nuevas familias en riesgo de pobreza viven en hogares en los que hasta ahora se vivía bien o, por lo menos, sin grandes carencias, por lo que se presenta el factor social de la vergüenza de acudir a un comedor, más incluso si se tienen hijos.

Ante esta realidad, Cruz Roja ha puesto en marcha con el apoyo de la Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de un piso en el que las familias pueden pasar unas horas para hacer esas labores que en sus casas se han convertido en imposibles. Según explicó el coordinador provincial de Cruz Roja, Francisco González, el piso se abrió antes de verano pero es desde septiembre cuando ha arrancado con más fuerza. "Ponemos a su disposición una cocina con horno, placas para cocinar y alimentos no perecederos de los que disponemos en Cruz Roja que sirvan como aderezo o completen el plato que quieren cocinar. Los alimentos principales los lleva la familia".

Con este sistema, por ejemplo, un hombre o una mujer pueden acudir a la casa durante unas horas y cocinar varios platos que luego puede guardar en fiambreras para distribuirlos durante toda la semana. "Mientras cocinan pueden estar poniendo la lavadora y la secadora y también se llevan la colada hecha", matizó González.

La idea es que puedan ocupar la casa hasta tres familias al día por turnos y de lunes a viernes, lo que haría que unas 100 personas se pudieran beneficiar cada mes de esta idea, que es pionera y que, según Cruz Roja, está teniendo mucha aceptación. De hecho, según su presidente provincial, Francisco Escribano, ya tienen "números dados" para muchos días.

Con el éxito que está teniendo ya la casa, incluso sin hacer una labor de difusión por ahora, ya se plantean alternativas que se pueden ir sumando a sus servicios. Por ejemplo, trabajan en la idea de que por las tardes, en ese mismo piso, voluntarios de programas de juventud acudan a estar con niños de estas familias y les ayuden a hacer los deberes, merienden e incluso hagan algunas actividades o juegos. Pero todo se irá viendo en función de la demanda y del funcionamiento del recurso.

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