Granada

"Nuestro programa de empleo es más eficaz que el de cualquier agencia de España"

  • Tan sólo lleva unos meses en el cargo pero ya conoce las dificultades a las que se enfrenta Asegura que cada vez acude a la asociación más gente que hace un tiempo "ni te imaginarías"

Se jubiló en 2011, le propusieron entrar a ayudar a Cáritas y, apenas un año después, se convirtió en el nuevo director de la institución por excelencia de la Iglesia Católica. Fue así como Javier de Benavides cambió la banca por la ayuda a los demás. Como señala, sin cierta dosis de compañerismo, ni una cosa ni otra pueden salir adelante. Tampoco el baloncesto, otro de los pilares en la vida de este granadino nacido en 1946 que pasó por las filas del Real Madrid cuando rondaba la veintena. Con un despacho tan sólo decorado por una cruz y con vistas a la Plaza de Toros, realiza las labores propias de su cargo, del que fue nombrado en julio, pero que en el que ejerce desde septiembre.

-¿Qué tienen en común el baloncesto, la banca y Cáritas?

-Depende de cómo lo veas. En todos hay que trabajar en equipo, entregarte a los demás... Lo que tienen similar es el trato con los demás y la vida en común, sobre todo.

-¿Cómo acabó en Cáritas?

-Como católico que soy, la institución que más me atrajo fue Cáritas. Tampoco sé qué habría pasado si hubiera llegado el Banco de Alimentos, Manos Unidas o Cruz Roja y me hubieran dicho que les ayudase, igual hubiera dicho que sí. Yo, que soy creyente, entiendo que 'el de arriba' tuvo que influir algo.

-Como nuevo director, ¿cuál es su principal objetivo?

-Que Cáritas llegue a más gente porque, por desgracia, cada vez hay más necesidades.

-¿Ha cambiado el perfil de los que acuden a Cáritas?

-Por desgracia, ya no sólo se trata del inmigrante o el indigente de turno el que viene a pedir ayuda. Ahora hay gente que se ha quedado en el paro y cada vez vienen más personas que antes no te imaginarías. Está aumentando, por ejemplo, el número de varones que acuden, que se han mentalizado de que tienen que venir porque las circunstancias han cambiado. Además, ahora hay muchas personas de un perfil normalizado, es decir, gente que tiene su trabajo y su carrera y que han vivido bien pero que, después de varios años sin cobrar el paro, tienen que presentarse en organizaciones como la nuestra.

-¿Cuál es el principal motivo por el que las personas acuden a Cáritas? ¿Ha cambiado también?

-Fundamentalmente, acuden muchos debido a la necesidad de comida que tienen, pero esa necesidad parece estar bien cubierta por el Banco de Alimentos. Nosotros, quizá, en lo que más ayudamos sea en personas que no tienen dinero para pagar la luz o el agua, personas que pueden ser desahuciados porque no pagan… En esos casos, tratamos de aportarles algo de dinero. A este tipo la llamamos 'atención primaria'. Igualmente, hay personas que, por ejemplo, tienen falta de tiempo de trabajo para poder disfrutar de la prestación y se les intenta ayudar buscándoles una colocación para que lleguen a cubrir dicho período. Estando las cosas como están, Cáritas sigue estirando la manta todo lo que puede.

-¿Hay algún barrio en el que se haya duplicado el trabajo en los últimos años?

-Desafortunadamente, la crisis llega a todos los barrios. El que antes estaba 'tocado', sigue estándolo, y hay otros que antes presumían de que su gente no se había quedado en el paro y ahora también están afectados. Son áreas del centro de Granada, no hace falta irse a la periferia o a barrios del norte para encontrar necesitados. Es más, cada vez hay más personas, llamadas 'pobres vergonzantes', gente a la que le da vergüenza pedir y que hace unos años nunca pensó que iba a tocar la puerta de Cáritas. En ese aspecto somos meticulosos, porque cada ser humano tiene su dignidad. Hay que tener cuidado con los detalles.

-¿Han tenido que cambiar su modo de actuar o incrementar las actuaciones en algún ámbito concreto por estas nuevas necesidades?

-Hemos ampliado algo el personal. Sin embargo, es más la necesidad que hay que lo que podemos dar nosotros. Especialmente, hay demanda de trabajo. Está reconocido que el programa de empleo de Cáritas tiene más efectividad que el del INEM y nuestro nivel de colocación es mayor que el de cualquier otra agencia de España. Nuestra respuesta es eficaz en relación a otras administraciones, pero sigue siendo muy pobre en relación a la necesidad que hay.

--¿Tienen más personas trabajando por el aumento de demandantes de ayuda?

-Lo que sí necesitamos son voluntarios. Nosotros, como toda organización, tenemos que tener personas contratadas. Poseemos dos residencias, una en Huétor Tájar y otra en Granada capital, y la mayoría de los trabajadores contratados están ahí. Se necesitan médicos, fisioterapeutas, enfermeros, personal de cocina, personal administrativo… Por ahora, en Cáritas intentamos no incrementar los gastos porque el dinero que cogemos lo destinamos para los necesitados. Por eso necesitamos los voluntarios, que se dediquen a venir más tiempo; no a Cáritas Diocesana, sino a las parroquias, que es donde está nuestra función principal y desde donde nosotros controlamos mejor la ayuda que damos día a día. Trabajar en las parroquias conseguirá que la ayuda sea más eficaz y eficiente.

-Y, ¿han aumentado los voluntarios en los últimos años?

-Sí, también entre gente joven. En ellos hay un fermento fabuloso. Un ejemplo es la labor maravillosa de los que van a acompañar a personas mayores. Cáritas no solo es dar, es darse. A nivel de donaciones de socios, este año ha habido un incremento del 23%; y, a nivel de voluntarios, en 2011 había contabilizados 1.204. Este año son 1.400. Además, hay 800 jóvenes de colegios que por las tardes hacen labor de voluntariado organizada por Cáritas. Ellos son voluntarios temporales durante el curso. Para los tiempos que corren está muy bien que haya tanta gente que ayude a los demás. Cáritas tiene esa virtud, moviliza a la gente y hace ver que, si queremos salir de ésta, hay que arrimar el hombro. Hoy por mí y mañana por ti.

-¿Cree que la crisis acentúa la caridad?

-Por descontado, España es un país solidario. Los españoles tardamos en reaccionar pero, cuando reaccionamos, lo hacemos bien. Lo que se ha acrecentado de verdad es la labor de las familias. Muchos hijos han podido volver a sus casas y sus padres les están ayudando después de quedarse sin recursos. El núcleo de la familia es fundamental y parece que se estaba olvidando su trascendencia en la sociedad. Es el pilar primordial para que todo funcione.

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